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El Telégrafo

Clinton vuelve

06 de septiembre de 2012

Más popular que nunca, el ex presidente demócrata de los Estados Unidos, Bill Clinton, pondrá todo su peso en la balanza durante la convención nacional de su partido esta semana, para intentar ayudar a la reelección de Barack Obama. Su intervención estaba prevista para la noche de este miércoles, en uno de los discursos más esperados de la convención demócrata que se celebra en Charlotte, Carolina del Norte.

Dos meses antes de las elecciones presidenciales, Obama está prácticamente en un empate técnico con el republicano Mitt Romney, según las últimas encuestas. Desde hace un año, Clinton multiplicó sus intervenciones para respaldar a Obama, acompañándolo en varias reuniones para recaudar fondos para la campaña electoral. Y desde hace dos semanas, se lo ve en propagandas televisivas ampliamente difundidas en estados clave que pueden ser decisivos en las elecciones de noviembre próximo.

En un documental grabado en junio pasado, Clinton advirtió a los estadounidenses contra lo que sería la política económica de Romney, vinculándola a los años del gobierno de George Bush, que fue la que los puso en grandes aprietos. Además, afirmó que el presidente Obama es el mejor posicionado para restaurar el pleno empleo que hubo en los tiempos en que él fue presidente de los EE.UU. Con 66 años a cuestas, Clinton no perdió ninguno de sus talentos como orador. Su popularidad no hizo sino aumentar desde que dejó el gobierno en el año 2001; ahora, el 60% de los norteamericanos considera que él fue un gran presidente, según un sondeo de la encuestadora Gallup.

Entre los últimos mandatarios que gobernaron ese país, solo Ronald Reagan lo superó, con el 69% de aprobación. Y cuando defiende a Obama como el hombre más capacitado para recuperar a la alicaída economía, lo dice un gobernante que conoció, bajo su dirección, el mayor crecimiento económico en tiempos de paz, un equilibrio del presupuesto, la reducción del desempleo al 4% y de la inflación al 3%. También dejó un superávit presupuestario de 236.000 millones de dólares para el año 2000, adoptando las mismas políticas que el presidente Obama propone e implementa en la actualidad.

No obstante, Obama tiene a la economía como su talón de Aquiles tras una tasa de desempleo del 8,3% y una deuda pública de 16 billones de dólares. Razones valederas para afirmar, como lo hizo este lunes Mitt Romney, cuando se celebró en ese país el Día del Trabajo, “que ese día era otro de gran preocupación para muchos trabajadores ansiosos por encontrar un trabajo fijo y un salario digno”.

Clinton sabe explicar a los electores los asuntos económicos de manera clara y comprensible y establecer un vínculo con su vida cotidiana. También es capaz de conectarse con gente ordinaria, entre ellos los afroamericanos, los hispanos y los blancos modestos. Actualmente, esos mismos votantes se inclinan más por Romney, razón por la cual Barack necesita a Bill para intentar recuperar ese electorado.

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