China no solo es la única gran civilización antigua que se mantiene hoy compitiendo por el liderazgo global. Colocada en los primeros lugares en población, territorio, producción, economía y comercio mundial, cabe resaltar que los chinos inventaron el papel, la imprenta, la brújula, la pólvora, las armas de fuego y el hierro fundido, entre otras cosas, sin las cuales no se podría entender el mundo de hoy.
El papel para registrar la historia del mundo y transmitir la cultura a las futuras generaciones, la imprenta para permitir que esa cultura se democratice, la brújula para orientarlo, la pólvora, armas de fuego y hierro fundido para destruirlo y reconstruirlo.
China, con esas creaciones, revolucionó el mundo en su momento y trazó la ruta de actividades definitorias en la historia de la humanidad, como son la guerra, la navegación y la transmisión cultural a través de los libros.
El papel fue inventado en el año 105 por Cai Lun, un oficial gubernamental de la dinastía Han, quien lo elaboró mezclando corteza de madera y fibras de bambú con agua, escurriendo y secando la mezcla. Se comenzó a fabricar en Europa en el siglo XII, cuando los árabes establecieron en España la primera fábrica. Casi 800 años antes de que Johannes Gutenberg inventara la imprenta a mediados del siglo XV, ya en la China de la dinastía Tang (entre los años 618 y 907) se imprimían libros. Para que se tenga una idea de lo avanzado que estaban los chinos en este sentido, está documentado que para el siglo VIII se imprimieron cientos de miles de ejemplares de un sutra budista, algunos de los cuales se conservan, por ser los documentos impresos más antiguos. Lo honesto sería que en las escuelas se enseñara que la imprenta fue inventada por los chinos y que Gutenberg la perfeccionó e hizo que el proceso fuera más económico y rápido.
La brújula fue inventada en China aproximadamente en el siglo IX, transcurrieron casi cuatro siglos entre el invento chino y la primera mención europea sobre la polaridad magnética en 1180. En 1421 partió de China la más grande expedición marítima que se ha conocido, a explorar el mundo, gracias al uso de la brújula.
La pólvora fue inventada por un alquimista taoísta chino alrededor del siglo IV; cuando se conoció en Occidente a finales del siglo XII, ya los chinos la habían utilizado para fines bélicos, pero sobre todo en fuegos artificiales para los festejos imperiales.
La civilización china tiene grandes primacías en la historia de la humanidad, pero también en su resurgir, en su ascenso reciente está haciendo aportes significativos al mundo actual, y su influencia está llegando a los lugares más recónditos.
Ahora, los chinos han entendido que es necesario dar a conocer su idioma (mandarín), su rica y variada gastronomía, el ceremonial del té, entre otras importantes expresiones culturales.
En conclusión, hay mucho que aprender de la China milenaria, no para adoptar, sino para adaptar nuestra cultura a la suya, para beneficio mutuo.