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El Telégrafo

Bien hecho Ecuador

20 de agosto de 2012

Y uno hubiera pensado que con respecto a Assange habría unanimidad con lo resuelto por el Ecuador. Pero no, que no es así. Hay voces discrepantes, especialmente entre los periodistas, ecos lejanos de la opinión del Gran Hermano. Lo peor es que hablan a nombre de la democracia y la libertad. O son cándidos o están comprados. Allá ellos, a cada cual lo suyo.

Y no es que uno no sea solidario con las mujeres violadas, al contrario, se las defiende a capa y espada. Lo que pasa es que no deja de asombrar la unanimidad con la que los poderes imperiales intenta apresar a Assange bajo el pretexto de una supuesta violación. De ser así, uno se pregunta: ¿Por qué nunca se los ha oído defender a las mujeres violadas de sus propios países? ¿Por qué la prensa mundial, que maneja a la opinión pública, no va al grano y comprueba si las denuncias de Assange son verdaderas? Porque de ser verdaderas, debería defenderlo y no condenarlo, como lo hace.

¿Será por eso que la llaman amarilla? ¿Fueron acaso trucos cinematográficos las autorizaciones dadas a los soldados americanos para que desde un helicóptero dispararan contra civiles iraquíes y periodistas desarmados, asesinándolos como a ratas, entre ellos a un corresponsal de Reuter? De ser un truco habría que castigar con todo rigor a Assange, pero de haber sucedido lo que se ve en ese documental, deberían ser condenados los que ordenaron la masacre de Faluya.

¿O es que la vida humana vale un pepino? Es como si alguien hubiera filmado escenas del holocausto y un periodista las hubiera dado a conocer al mundo y el mundo, en lugar de condenar a los nazis, hubiera condenado al periodista. Esto es exactamente lo que pasa ahora, con el agravante de que hay más de medio millón de documento reveladores. ¿Y por qué callan sobre las torturas a las que está sometido el valiente soldado Bradley Manning, que denunció todos estos crímenes?

Entonces aparece el cinismo en acción. Un portavoz del gobierno americano sostiene que se trata de un asunto interno de Inglaterra y Suecia. Y todos los periodistas presentes se hacen los zonzos y ninguno le dice que ya hay una investigación por "crímenes contenidos en el Acta contra el espionaje", una ley bajo la cual se condenó a muerte a Julius y Ethel Rosenberg; que el Republicano McConnell calificó a WikiLeaks de "alta tecnología terrorista"; que Sarah Palin pide que lo persigan “como Alqaeda" y que muchos medios de comunicación han pedido abiertamente su muerte. Sin lugar a dudas, Ecuador hizo lo correcto.

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