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El Telégrafo
Fernando Bustamante

Avidez burocrática

20 de enero de 2019

Recientemente se han hecho públicos numerosos casos en los cuales la fijación de avalúos de predios urbanos en la ciudad de Quito, ha resultado en valores desmedidos y exorbitantes, que -además- con frecuencia, afectan a propietarios que están muy lejos de poseer los recursos para honrar las obligaciones determinadas por la autoridad. Aunque los reclamos han llevado, en algunos casos, a revisiones, no debe dejarse pasar la ocasión para reflexionar sobre las razones que subyacen a estos excesos administrativos.

Puede proponerse que estos resultan -al menos en algunos casos- de la confluencia de una cultura organizacional y de unos incentivos (recompensas y sanciones) que fuerzan al burócrata a intentar maximizar a como dé lugar el interés del Estado por sobre el del ciudadano. En teoría, el servidor  debe actuar teniendo como prioridad el bien del público: el Estado debe ser tan solo un instrumento de dicho bien, y debe ser  preferido solo en tanto y en cuanto su acción sea -efectivamente- una contribución al ciudadano. El funcionario debe ser capaz de distinguir ambas cosas en su actuación y no lanzarse ciegamente a engrandecer al Estado, sin considerar reflexivamente las consecuencias de su accionar sobre los seres humanos.

Podría sostenerse que en un Estado democrático el interés público y el interés de las instituciones oficiales coinciden necesariamente. La historia y la experiencia no avalan este optimismo. Sabemos de sobra que las burocracias desarrollan sus propios intereses y sus propias agendas, así como también las desarrollan sus integrantes individuales. Por lo demás, hay fundadas razones para pensar que la naturaleza democrática de nuestros gobiernos nacionales y locales es muy problemática. Sería un cambio verdaderamente revolucionario reconceptualizar radicalmente el manejo de la administración pública para promover entre sus integrantes prácticas y valores que vuelvan a poner al ser humano como centro de la praxis del funcionario. (O)

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