Ya se comienza a percibir en el ambiente electoral estadounidense, especialmente en el sector republicano, una carga muy fuerte de “iranofobia”, alertando al pueblo sobre los riesgos que representa Irán para su tranquilidad y, en especial, para la seguridad de este país. Eso sí, en ninguna parte se habla del petróleo, para efectos prácticos es como si en el antiquísimo reino persa solo existieran alfombras tejidas en lana de oveja.
Parece que se estuviera abonando el terreno para una posible invasión al país de los poetas y de “Las mil y una noches” porque lo cierto es que si hay algo que mueva a los americanos es el miedo.
El discurso es siempre el mismo, idéntico al que vimos a través de los medios de comunicación cuando se buscaba el apoyo de todo el mundo para invadir a Irak. Eso no quiere decir que la situación sea la misma, así la excusa sea idéntica, pues de Irak sabemos que no se encontraron armas de destrucción masiva cuando fue invadido; en cambio de Irán no podemos decir lo mismo, sabemos que son líderes en materia de desarrollo en energía nuclear. No tenemos comprobación de que posean armas nucleares, pero una cosa es que le echen a uno el cuento y otra que sea verdad.
La Unión Europea impuso un embargo comercial a Irán y está tratando de convencer a Japón y a Corea del Sur, compradores muy importantes del petróleo iraní, a que se sumen al bloqueo y aunque dicen haber logrado ciertos acercamientos, a la fecha no se ha definido nada. Por otra parte, Irán tiene como clientes a China y a India, pero ya China en unión de Rusia se opusieron a nuevas sanciones, argumentando que estas presiones solo lograrían llevar al fracaso las negociaciones internacionales con Irán sobre su programa nuclear, corriendo el riesgo de que al sentirse amenazado pase de la capacidad nuclear a un desarrollo militar. Entre tanto el presidente estadounidense Barack Obama advirtió que seguirá buscando aumentar la presión sobre Irán.
Mientras todos esos eventos suceden en el mundo, en Latinoamérica hay gobiernos, el de Ecuador incluido, que se presentan como amigos de Irán más por una coincidencia en el discurso antiimperialista yanqui que por una identidad cultural, religiosa o política. Mahmud Ahmadinejad ha desarrollado una campaña diplomática internacional como la que algún día iniciaron los palestinos con miras a lograr lentamente el apoyo de países pequeños. Todo parece indicar que el asunto le funciona, toda vez que de a poco ha logrado el apoyo de países que no tienen velas en ese entierro. Sigo sin entender cuáles son las velas del Ecuador en este velorio.