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El Telégrafo

Assange y el complot

30 de abril de 2012

Julian Assange en el año 2006 fundó WikiLeaks, web que se ha hecho famosa por divulgar miles de documentos secretos de la diplomacia estadounidense.

Assange fue invitado en agosto de 2010 para participar en un seminario que se desarrolló en Estocolmo. Anna Ardin, cubana de nacimiento, colaboraba como voluntaria de WikiLeaks. Residente en Suecia, se pone en contacto con Julian Assange y le ofrece hospedaje en su departamento de Estocolmo.

Durante el seminario aparece Sofia Wilen, quien –en ese tiempo- mantenía una relación sentimental con el artista Seth Benson.

Al término del seminario, Assange abandonó Suecia y se trasladó al Reino Unido. Allí conoce de una demanda interpuesta contra él, en la ciudad de Estocolmo, por violación. Aconsejado por su abogado se presenta en una comisaría de Londres y, tras ser identificado, quedó detenido.

Anna Ardin y Sofia Wilen presentan demandas el mismo día, pero según sus propias declaraciones, entre supuesta violación y siguiente supuesta violación, Anna Ardin le organizó una fiesta al demandado. Luego, esperan a que el supuesto violador abandone Suecia y consiguen así que intervenga la Interpol. Probablemente buscaban una mayor repercusión en la noticia.

Anna Ardin formó parte de las “Damas de Blanco”, un grupo de mujeres que protestaban activamente contra el gobierno cubano. Es una reconocida anticastrista.

En tanto que el perfil de la sueca Sofía Wilen es el de una mujer “inteligente, militante feminista, combativa”. Invita a su casa a Julian y reconoce -en declaraciones que hace en la comisaría- que el sexo que mantuvieron fue consentido.
Muchos piensan que detrás de esta acción están los servicios de inteligencia. Es una típica operación de desprestigio. La trampa funcionó.

Matar al fundador de WikiLeaks como lo solicitan –sin ruborizarse- algunos políticos en EE.UU. parece que no les conviene, por ahora. Lo que pretenden lograr es que cuando la gente vea su imagen, la asocie con la de un violador.

Hasta este momento no se ha escuchado a ninguna fuente oficial afirmar que los cables son falsos. Entonces, la verdad que en ellos aparece es para el “establishment” muy incómoda. ¿Desde cuándo quien proporciona –sin costo- información veraz a los ciudadanos del planeta puede ser considerado delincuente?

En el Ecuador –en estos días– nos estamos enterando de varios hechos revelados por los cables, que dejan a varios “contactos” sin el disfraz de patriotas.

El problema es que cuando la verdad sale a la luz pública, los contactos producen cortocircuitos que derrumban a los ídolos de oro, plata, bronce, dólares… pero con pies de barro.

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