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El Telégrafo

Arte precolombino: Récord de ventas

29 de marzo de 2013

Hace pocos días dos noticias generaron interés y, al mismo tiempo, preocupación en los sectores vinculados con el cuidado y preservación de nuestros patrimonios.

En Esmeraldas, una denuncia ciudadana al 1800 Patrimonio (708090) permitió planificar dos operativos de la policía patrimonial, en los cuales se logró incautar 1.147 piezas arqueológicas. Pero, casi  simultáneamente, en París, la casa de subastas Sotheby’s consiguió un récord en la venta de 333 piezas arqueológicas provenientes de varios países latinoamericanos (de la Colección Barbier-Muller), entre ellos de México, Perú y Ecuador. La suma recaudada, 10.3 millones de euros, se constituyó en un récord para las subastas de arte precolombino.  

Lo penoso del caso es que los tres países, México, Perú y Ecuador más Guatemala y Venezuela trataron de impedir la realización de esta subasta ya que  consideran que las piezas salieron de esos países de modo ilegal y clandestino. El gobierno mexicano fue tajante y afirmó que esta subasta “despoja a estos bienes únicos e invaluables de su esencia cultural, histórica y simbólica, convirtiéndolos en mercancías o meras curiosidades”. La casa de subastas ha proclamado que “ha respetado las reglamentaciones en vigor”.  De esta manera, se consumó una expoliación más del patrimonio cultural de la nación con piezas en verdad invaluables, que va mas allá de los 10.3 millones de euros.

Esta subasta deja en evidencia la debilidad de la actual legislación y la lentitud de las entidades y organismos como la Unesco, cuya Convención de tráfico ilícito data de 1970 (de la que forman parte 123 países), es ya obsoleta, pues obliga a los países perjudicados a presentar los registros e inventarios, fecha y lugar de salida y, por si fuera poco, pagar a los poseedores de esas piezas para exigir su devolución. Absurdo, es como si “un asesinado deba probar que fue asesinado”. 

Es por tanto urgente la modificación del texto de esta Convención. Y en esto, quizá Ecuador pueda (y deba) tener un rol más protagónico. Muchas piezas que hoy salen a subastas o fueron sacadas del país en las primeras décadas del siglo pasado, cuando no había legislación, o, en varios casos, incluso con permisos de los gobiernos de turno, pero nunca retornaron a sus respectivos países, que es el caso de esta colección Barbier-Muller.

La suma recaudada también evidencia el porqué las piezas son tan apetecidas en el exterior, Europa y Estados Unidos, y de ahí también la importancia de la incautación realizada por la policía patrimonial en Esmeraldas (creada en el marco de la Comisión Nacional de lucha contra el tráfico ilícito de bienes patrimoniales). 

Todos los días, los denominados “huaqueros” saquean sitios arqueológicos o ladrones especializados roban piezas “bajo pedido.” De ahí que es fundamental que el Ecuador fortalezca las instancias para la lucha contra los traficantes de bienes patrimoniales y los ciudadanos emprendamos acciones directas para denunciar los atentados contra nuestros patrimonios. Es, en verdad, una tarea de todos.

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