La economía popular y solidaria (EPS) es un vasto conjunto de emprendimientos, tanto del sector urbano como del sector rural. Habíamos señalado que en ciudades la EPS está constituida por unidades económicas populares, principalmente, por microempresas y artesanos, que forman el llamado sector informal urbano (SIU). En el área rural está integrada por la producción campesina, pesquera, artesanal, etc., individual o colectiva, asociaciones comunitarias, cooperativas de producción, etc. Tanto en la ciudad como en el campo son emprendimientos autogestionados. Esto es el sector real de la EPS.
La lógica económica de la EPS es lograr el sustento para la familia. En las ciudades, el vendedor ambulante, el comerciante minorista y el artesano lo que buscan es llevar el pan para su casa. En el área rural, la producción campesina, pesquera, artesanal, etc. busca el autoconsumo y el sostenimiento familiar. Algunas logran excedentes para su comercialización.
Una economía de mercado es una economía mixta, compuesta por la empresa, la economía pública y la EPS. Las dos primeras tienen sus fuentes de financiamiento y mecanismos de apoyo. Sin embargo, la empresa, en el área urbana, tiene un tejido diverso, incluyendo a las grandes, medianas y pequeñas. Son estas últimas, las pymes, las que tienen dificultades para acceder al crédito y apoyo productivo.
En la economía pública hay en cambio, fuentes de financiamiento, aunque con restricciones; sin embargo, los proyectos prioritarios tienen acceso a recursos del presupuesto o en las empresas estatales se autogeneran ingresos.
En el caso de la EPS, no tienen acceso a financiamiento o apoyo productivo, excepto las unidades económicas populares de acumulación ampliada o emprendimientos rurales sostenibles, que acuden a las cooperativas de ahorro y crédito (CAC) como única fuente de financiamiento.
Los datos muestran que la EPS tiene tres millones de personas, el SIU comprende a dos millones de gente (INEC, 2011) y en el área rural hablaríamos de un millón más, muchos de los cuales son subempleados (área urbana) y pobres. Es un vasto sector que requiere apoyo y cooperación.
En mayo de 2010 se aprobó la Ley de Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero Popular y Solidario, que establece una institucionalidad y mecanismos de apoyo (fomento, incentivo, promoción), tanto para la EPS del sector real (productivo) y financiero (CAC). En dicha ley se establece un plazo de 90 días para que se dicte el reglamento, sin el cual no puede ejecutarse la ley. El MCDS, antes de la salida de su titular, en noviembre de 2010, dejó elaborado un reglamento, consensuado con los integrantes de la EPS, según lo publicado en su página web.
En esa fecha, se nombró a la nueva titular, van tres meses de su gestión y hasta ahora podemos contar con el reglamento señalado. Los técnicos de esa cartera y la Asesoría Jurídica de la Presidencia están relacionados con el tema. Los subempleados y los pobres no pueden esperar más, es hora de que la ley rija.