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El Telégrafo

Alfaro no es un mito

23 de abril de 2013

Aquel que fue considerado por los ecuatorianos El Mejor Ecuatoriano de Todos los Tiempos, el que generó con su heroísmo la mayor transformación política, administrativa, social, económica y cultural de la etapa republicana del Ecuador, Eloy Alfaro, el individuo que supo indicarles a sus compatriotas el camino más adecuado para seguir, no puede ser considerado un mito. O tal vez sí. Por los intrigantes, o regionalistas, o envidiosos. O por aquellos cuyos antepasados sufrieron de alguna forma los cambios generados por la revolución liberal, puesto que en un proceso revolucionario -con frecuencia- existen aquellos que se creen lesionados.

El lunes 8 de abril del presente año, en la página de opinión del diario El Universo, se publicó el artículo “Alfaro está mitificado”, que tiene la firma de Alfonso Reece Dousdebés. En el mencionado trabajo periodístico, su autor se refiere al libro “Eloy Alfaro en la sombra”, considerado por Reece como historia novelada y cuya autoría le corresponde a Gonzalo Ortiz Crespo. No conozco a ninguno de los dos señores, pero entiendo que hay en ellos un profundo resentimiento hacia Alfaro. ¿Por qué resentimiento? ¿Quizás pertenecen a alguna de las familias de la Sierra que se consideraban enemigas del General de las 100 batallas? ¿O tal vez el profundo sentimiento católico de algunos habitantes de la Sierra mal entendió la confrontación de Alfaro con la Iglesia? ¿O es que se trata de un sentimiento generado por la expropiación de los latifundios no trabajados que en aquellos tiempos existían en poder de unas pocas familias?

Por cualquiera de las razones mencionadas, o por otras muchas que habría que analizar, el odio que fue creciendo en contra de Alfaro fue el que instigó al pueblo en contra de quien había sido su liberador. Esa pasión ciega guió al pueblo llano a convertirse en el victimario de un ser excepcional, generoso, honesto, valeroso. ¿A quién hay que adjudicarle esta culpa? ¿A aquellos que miraban tras las cortinas de sus casas el paso de la más abominable de las acciones de los seres humanos? ¿A esos que pagaban con monedas el asesinato y el arrastre de los liberales de aquellos tiempos?

Ni Alfaro está en la sombra ni  es un mito. Eso le corresponde decidir a los ecuatorianos. No hay que olvidar, entonces, que hace muy poco tiempo don Eloy fue elegido El Mejor Ecuatoriano de Todos los Tiempos, que en el año 2002 el mes de junio fue designado como el Mes de Alfaro, por coincidir en ese período 4 fechas históricas; y que en  2003 fue proclamado, mediante decreto ejecutivo, Héroe Insignia del Ecuador, Gran Héroe Nacional, a pedido del Comité Cívico Alfaro Siglo XXI.

Él se encuentra en la mente y en el corazón de los ecuatorianos, porque Eloy Alfaro es nuestra identidad. Forma parte de nuestra historia y de nuestras tradiciones.

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