El título no es el inicio de aquel estribillo combativo: ¡Alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina! Por el contrario, expresa alarma, prevención por algún peligro.
Es que la grave enfermedad del presidente venezolano nos lleva a recordar cómo ha actuado la CIA en nuestro continente para deshacerse de sus líderes progresistas. Crímenes políticos cometidos unos salvajemente, otros en oscuras circunstancias. Los asesinos de Jorge Eliécer Gaitán (9-IV-1948) y de John F. Kennedy (22-XI-1963) fueron linchados inmediatamente de cometidos.
Con el transcurrir del tiempo, se llegó a la convicción de que fue la CIA la autora intelectual de los crímenes. Esta fue creada por Harry Truman el 26 de julio de 1947 y empezó a funcionar el 20 de septiembre de este mismo año.
También el 24 de mayo de 1981 murieron en accidente aéreo nuestro Jaime Roldós, su esposa y su comitiva. Hoy, para nadie es un secreto que la CIA los mató. El 31 de julio de ese mismo año, en otro accidente aéreo, perdió la vida el general panameño nacionalista Omar Torrijos, presumiéndose, así mismo, que la CIA lo mató.
Y el asesinato del “Che” Guevara, el 8 de octubre de 1967, fue ejecutado por oficiales bolivianos entrenados por la CIA. A Fidel, para eliminarlo, la CIA recurrió a centenares de planes, pero todos fracasaron.
Recordemos que en el golpe fascista de 2002, el presidente Chávez fue rescatado por millares de sus seguidores y lo restauraron nuevamente como su presidente constitucional.
Desde entonces el proceso revolucionario bolivariano se radicalizó y aceleró. Nace el Partido Socialista Unido de Venezuela, como conductor del socialismo venezolano. Un modelo original para los venezolanos. Se organiza, así mismo, el Ejército Bolivariano de Liberación, guardián del proceso.
En fin, avanza una democracia participativa, con una economía soberana, que ha logrado en corto tiempo grandes beneficios para su pueblo. Su conductor, un soldado sencillo. Preocupado no solo por su país, sino gestor de una Latinoamérica unida.
Lógicamente, su prestigio se ha agigantado. Si en la segunda mitad del siglo pasado Fidel fue el símbolo de los revolucionarios, hoy lo es Chávez. De ahí que la grave enfermedad que lo aqueja da mucho que pensar.
Nuevamente la CIA ha regresado a América Latina. A desestabilizar gobiernos y deshacerse de sus líderes progresistas. Con el alto desarrollo de la técnica todo es posible. ¿Acaso no fue real la alta incidencia del cáncer en varios presidentes y ex presidentes democráticos sudamericanos?
Existe la versión de que el cáncer del presidente Chávez ha sido inducido.
Nuestro mandatario debe estar también en la mira del “Norte revuelto y brutal que nos desprecia”.
¡Cuídese presidente Correa!