Hoy el mundo tiene otra fisonomía, todo es diferente: las relaciones, las ausencias, los desabrazos, el aire, los paisajes, el trabajo, el tiempo…
En éste giro los niños y jóvenes se han privado del contacto social con sus pares y maestros, dejaron de percibir el aire en sus rostros cada vez que salían de casa para ir al colegio, abandonaron las canchas de deportes, el sol, la alegría de los pequeños y grandes triunfos, perdieron el entusiasmo de contarse cosas y guardar secretos, descuidaron su capacidad de asombrarse con su entorno e inventar diálogos que se volvieron vínculos irrefutables. Dejaron de lado el juego interactivo que les cargaba de energía y risas. Sus sueños se quedaron un tanto congelados…
Las pantallas reemplazaron a las aulas de clase sin ventanas, esta nueva modalidad ha impactado a estudiantes, maestros y padres de familia, de una u otra manera, no ha sido fácil el proceso. Los maestros han tenido que reinventarse, los niños y jóvenes han tratado de seguir el ritmo impuesto, los padres de familia se han descolocado sin saber como asumir el nuevo reto. Todo esto ha alterado las emociones y la relación con el aprendizaje tanto para unos como para otros.
En todo este alboroto hemos olvidado a un aliado fundamental para el crecimiento de nuestros hijos: EL LIBRO IMPRESO este objeto vital que nos permite viajar a los lugares más insólitos y desconocidos, el que nos convierte en piratas y astronautas, el que nos deja vivir intensas aventuras, el que nos estremece con historias te terror y de humor, esas voces que nos susurran la fantasía y los misterios del universo, esos libros que nos revelan el amor desde muchas miradas…
EL LIBRO y solamente el libro, convocará a los niños y jóvenes a ese reencuentro consigo mismos, a recuperar sus sentidos e imaginación, a vibrar con el disfrute de cuentos, novelas y poesía que les haga más humanos, empáticos y críticos. Los niños pequeñitos con las imágenes del libro-álbum, descubrirán los colores y la voz de la ternura.
¡ALERTA! LOS LIBROS ESTÁN EN PELIGRO! ¡Y LOS NIÑOS Y JOVENES, SIN ELLOS! (O)