Publicidad

Ecuador, 02 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Víctor Mendoza Andrade

Agua y diamantes

23 de diciembre de 2014

El anuncio de la puesta en marcha del proyecto de propósitos múltiples trasvase hídrico San Vicente constituye un acontecimiento importante favorable para el desarrollo de la península de Santa Elena (PSE). Esta obra se había venido retrasando desde fines de la década del setenta.

La PSE es una región desértica del Ecuador dependiente de los recursos hídricos de la Cuenca del Guayas (CG).

La disponibilidad de recursos hídricos del Ecuador en la vertiente del Pacífico (donde se localiza la CG y la PSE) tiene un promedio de 5.300 m³ por habitante año y en la vertiente amazónica 91.600/h año. Estos valores son muy superiores a los 2.000 m³/h año, que se establecen como promedio crítico mundial. La diferencia observada favorable a la disponibilidad de los recursos hídricos con los que cuenta el país garantiza el caudal necesario para los trasvases del agua a los sectores secos como sucede entre la PSE y la CG, la cual, por sus recursos hídricos, es la cuenca más importante en la costa del Pacífico.

La construcción de embalses en regiones con limitaciones hídricas importantes es la solución lógica a la cual nuestros antepasados recurrieron para garantizar su sobrevivencia. Sin recursos hídricos esta no es posible y, por el carácter vital que tiene, actúa como eje transversal integrador de las actividades de las cuales depende el desarrollo.

La construcción de los trasvases son onerosas, a lo cual hay que añadir el coste de la operación y mantenimiento del sistema dando como consecuencia un alto costo del agua proveniente de estas obras exigiendo por estas razones la eficiencia de su uso para la productividad y la optimización de la administración para el mantenimiento y la conservación del sistema.

En los proyectos de riego de los países en vía de desarrollo -como el nuestro- la recuperación de las inversiones empleadas en las obras civiles mediante el cobro del agua ha sido difícil y causa del deterioro por falta de financiamiento del mantenimiento de las obras civiles, consecuencia del valor excesivamente barato del agua motivo de la paradoja del diamante y el agua, planteada por el economista Adam Smith (S. XVIII).

Esta paradoja considera que el agua, a pesar de que es tan útil para los seres humanos y esencial para el sustento de la vida, sin embargo es menospreciada y vendida excesivamente barata.

Contradictoriamente, los diamantes, cuya utilidad real para la vida es nula y sirven únicamente en su condición de joya, se venden a precios altísimos.

¿Por qué se da esta paradoja?

Porque:

Los diamantes tienen precios elevados debido a una cierta utilidad (o satisfacción) marginal alta que se relaciona con su limitada reserva.

La utilidad total del agua del agua es mayor, pero tiene una utilidad marginal inferior debido a su abundancia relativa.

¿Qué pasaría si estuvieran en medio del desierto?

¿Cambiarían todos los diamantes del mundo por un vaso de agua?

La conclusión de la paradoja de Smith afirma: Si la demanda depende de la utilidad del producto, el agua debería ser más valorada.

Contenido externo patrocinado