Cuando la vida de un hombre o una mujer transcurre y trasciende en acciones que benefician a los demás, despojándose del interés individual y aun sometido a riesgos, merece un sitio de honor y grandeza en el medio social. Su muerte se convierte en símbolo y ejemplo para seguir e imitar a las nuevas generaciones.
Carlos Cisneros Cuadrado, periodista jubilado y destacado líder de la otrora gloriosa Unión Nacional de Periodistas (UNP), falleció hace pocos días en el silencio y dolor de sus familiares y amigos, pero recordado y enaltecido por colegas de la rama, hoy en el descanso de la tregua profesional por los años, en un momento crucial histórico, cuando la institución padece la peor crisis de todos los tiempos por la deslealtad de sus dirigentes de hoy, entregados a la búsqueda del poder y privilegios. Si en el trayecto de la existencia le sorprende la muerte al ser humano, sin haber cubierto anhelos e ideales, es lamentable su desaparición del escenario terrenal. Carlos Cisneros recorrió y sobrepasó metas como periodista y dirigente del gremio.
A su paso por el diario El Universo como cronista (1962), se adhirió como militante de la UNP al primer Comité de Empresa de Trabajadores de ese periódico, por lo que fue invitado a presentar su renuncia. Por su firme posición gremialista, no aceptó el humillante pedido, y como desprecio, abandonó el puesto de trabajo y no volvió nunca más. Con el auspicio de la UNP, núcleo del Guayas, condujo el programa de opinión Ante la prensa, en el canal 2. Desfilaron personajes destacados en diálogo con periodistas profesionales sobre temas de interés nacional; hoy, con otra visión, se difunde como espacio político de oposición al régimen del Buen Vivir.
Se desempeñó en El Telégrafo, reportero (1956); El Tiempo, corresponsal (1965); canal 2 Ecuavisa, jefe de telenoticias; Espol, periodista (1984); Contraloría General del Estado, jefe de información social (1987); Superintendencia de Bancos, jefe de análisis (1989), entre otros cargos. Participó en cursos internacionales y como invitado asistió a eventos periodísticos en Colombia, Rusia, Checoslovaquia, Panamá y Cuba.
Como dirigente de UNP, asumió todas las funciones y se convirtió en el eje institucional. Participó activamente en el directorio que presidió el Ab. César Santana y se logró la adjudicación de cupos para el personal de prensa, radio y televisión en la Ciudadela del Periodista. En similares gestiones como miembro de la comisión respectiva se logró la compra del edificio donde funciona actualmente la UNP, núcleo del Guayas.
La UNP a nivel nacional, en lejana época, inspiró la expedición de la Ley de Defensa Profesional y la creación de la Federación Nacional de Periodistas (Fenape). Mantuvo el control institucional por varios años; hoy ha perdido vigencia y con ello no existe gremio decidido a defender al periodista como profesional y su dignidad como persona. En este aciago momento recordemos la misión del periodista: con independencia, informar la verdad y no confundir opinión con injuria.
Paz en la tumba de Carlos Cisneros Cuadrado, un periodista cabal y altivo dirigente de su clase, sin descanso y sin tregua en el ejercicio del apostolado. Un líder que comprendió y acogió el pensamiento de Jean-Jacques Rousseu: “El hombre no está hecho para meditar sino para actuar”. Expresamos nuestro compromiso de insistir en el llamado a las nuevas generaciones de comunicadores, en el rescate de la otrora gloriosa UNP de Pichincha, de los desleales entregados al usufructo propio, de una profesión que tiene que ver con el destino de los pueblos.