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El Telégrafo

Adiós a un campeón sin poses

27 de octubre de 2012

Este 2012 quedará en la historia como el año del retiro de la actividad profesional de tres ex- número uno del tenis  mundial. El estadounidense Andy Roddick y la belga Kim Clijsters pusieron punto final a sus carreras deportivas en el abierto de Estados Unidos. En estos días, otro grande, el español Juan Carlos Ferrero, disputó su último encuentro profesional en el torneo ATP Ciudad de Valencia. De esta manera culminó una brillante carrera que se prolongó por más de 14 años. Ferrero, nacido en la pequeña ciudad de Onteniente en la provincia de Valencia, hace 32 años, y copropietario del evento, escogió  su torneo, su tierra, su público y sus familiares como el escenario para despedirse del deporte que le dio tantas satisfacciones.

Desde muy pequeño, Juan Carlos demostró que tenía muchas aptitudes para el tenis, pero especialmente una gran dedicación. Estaba decidido a ser tenista profesional y su sueño era estar entre los mejores del mundo. Siempre contó con el apoyo de su familia, principalmente de su padre Eduardo y de su madre Rosario, quien falleció de cáncer cuando él  tenía apenas 16 años de edad. Ferrero entrenó desde los 9 años con Antonio “Toni” Martínez Cascals, una persona clave para su juego y también para su desarrollo personal. “Toni” lo acompañó desde niño hasta el final de su carrera, convirtiéndose también en su socio en varios proyectos y negocios.

Samuel López fue el otro entrenador que acompañó a Juan Carlos en muchos de sus viajes profesionales. Ya a los 18 años Juanki, como también lo llamaban cariñosamente, llega a la final del torneo juvenil de Roland Garros. Aunque la pierde frente al chileno Fernando González, deja una grata impresión. No quedan dudas de que está en el camino correcto  y que le espera una gran carrera como profesional. Su gran golpe de derecha, su velocidad de piernas, su intensidad y agresividad y mentalidad ganadora, le auguraban un futuro brillante y exitoso. 

En 1999, con apenas 19 años de edad, gana su primer torneo ATP, en Mallorca, venciendo en la final a su compatriota Alex Corretja y cierra el año como número 42 del ranking ATP en su primer año completo dentro del Circuito Profesional de la ATP. El 2000 es un año que Ferrero nunca olvidará porque se convirtió en el héroe español en la final de Copa Davis contra los australianos, en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Le dio a su país el primer punto contra Patrick Rafter y el punto decisivo contra Lleyton Hewitt. De esta manera España consiguió, por primera vez en su historia, ganar la codiciada Ensaladera de Plata.

Los tenistas españoles coinciden en que hay un antes y un después de la consecución de esa primera victoria. Desde entonces, España ha vuelto a coronarse como el mejor equipo del mundo en cuatro ocasiones más, pero definitivamente el cambio de mentalidad de sus jugadores en cuanto a lo que es conseguir logros como equipo se produce a partir de ese momento. Aquello, en gran parte se lo deben a Juan Carlos Ferrero. Fue además parte del equipo campeón del 2004 y pieza importante en las victorias en cuartos de final contra Holanda. Ganó sus dos partidos individuales y en las semifinales contra Francia venció a Fabrice Santoro el primer día. En la final contra Estados Unidos no actuó en singles, ya que jugó solamente dobles junto a Tommy Robredo y perdieron contra los hermanos Bryan.

El 2009 España vuelve a ganar la Davis. Juan Carlos jugó en cuartos de final contra Alemania y ganó el quinto y definitivo partido a Andy Beck. En la semifinal venció al israelí Dubi Sela con facilidad; sin embargo, no fue convocado para la final contra República Checa. Este 2012 jugó la primera ronda contra Kazakhstan en Oviedo y derrotó en cinco sets a Kukushkin, cerrando así su participación en esta competencia con un balance de 18 partidos ganados y 7 perdidos en 17 series.

A nivel individual “el mosquito”, como lo apodaban desde pequeño, ganó 16 títulos de singles y perdió 18 finales. Ganó los Masters 1000 de Montecarlo en el 2002 y 2003, Madrid 2003, Roma 2001. En el 2002 alcanzó su primera final de Grand Slam en Roland Garros y la perdió contra su coterráneo Albert Costa. Pero en el 2003, el mejor año de su carrera, supera al holandés Marin Verkerk  en la final de París y levantó  la Copa de los Mosqueteros, como se la conoce. 

En el abierto de los Estados Unidos, ese mismo año, avanzó hasta la final, pero la perdió contra Roddick. No obstante, los puntos que sumó le permitieron alcanzar el primer lugar del ranking ATP, posición que conservó durante 8 semanas consecutivas. En Madrid (España) recibió el premio al Mejor Deportista Español del 2003, de manos del rey Juan Carlos. Ferrero estuvo durante 176 semanas consecutivas dentro de los 10 mejores tenistas del mundo. Pero no todo es positivo ya que su carrera se vio perjudicada por una serie de lesiones que le impidieron tener la continuidad necesaria para mantenerse dentro de este selecto grupo.

Sin embargo, en el 2010 ganó los torneos ATP de Buenos Aires y Costa do Sauipe. Perdió  la final de Acapulco frente a Ferrer y consiguió subir nuevamente hasta el puesto  número 14. Posteriormente sufre una operación en su rodilla derecha y, con la férrea voluntad que lo caracterizó siempre, volvió a la competencia. Después de varios meses de inactividad, se coronó campeón en Stuttgart en Julio de 2011, en el que a la postre sería su último trofeo de campeón.

Ferrero ha manejado e invertido muy bien el dinero que ganó gracias al tenis y como él mismo declaró, se mantendrá  vinculado al tenis por medio de su  fundación, su torneo (el ATP de Valencia) y su academia. Él  es propietario de la escuela de tenis Equelite en Villena, que se encuentra ubicada en  Alicante. Además tiene entre  sus planes, para el 2013, viajar a algunos torneos como entrenador de su amigo Nicolás Almagro, quien coincidentemente es quien lo derrotó en su último partido oficial en la primera ronda en Valencia por 7-5, 6-3. Juan Carlos es también propietario del Hotel Ferrero, en la ciudad de Bocairente, a 45 minutos de Valencia.

En su despedida se hicieron presentes grandes tenistas españoles, como Carlos Moyá y Rafael Nadal, los otros dos número 1 que ha tenido el tenis masculino de ese país. Además asistieron Alex Corretja, David Ferrer y el australiano Lleyton Hewitt, quien aseveró que decidió jugar en Valencia, esta semana, para no perderse la despedida de Ferrero.

Ferrero fue un campeón mundial sin poses, sencillo, reservado, callado, humilde, correcto dentro y fuera de la cancha. Fue muy querido y respetado dentro del circuito profesional y siempre fue leal y agradecido con la gente que lo acompañó durante toda su carrera, como lo dijo su gran amigo David Ferrer en su despedida: “Juan Carlos es aún mejor como persona que como tenista y eso es muy difícil de lograr”. El tenis le dio mucho a Ferrero, pero el también le dio mucho al tenis y estoy seguro de que continuará haciéndolo como organizador de torneos,  como  entrenador y como benefactor por medio de su fundación. Estoy seguro de que tendrá éxito en todos sus proyectos de la misma manera que lo tuvo como jugador.

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