Publicidad

Ecuador, 01 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Víctor Mendoza Andrade

Academia, hambre y capacitación ambiental (2)

02 de septiembre de 2014

El Informe Meadows ‘Los límites del crecimiento’, elaborado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), auspiciado por el Club de Roma y publicado en 1972, ha sido un referente para visibilizar las condiciones críticas de los recursos para la vida del planeta, como es el aumento acelerado poblacional, sobre todo en los países menos desarrollados.

La presión sobre la tierra cultivable se preveía que de 4/10 de tierra cultivable por persona en 1972, en 2001 solamente tendríamos 1/4 de ha. En el mismo período la provisión mundial de agua disminuiría en un 35% como consecuencia del crecimiento demográfico y los riesgos de conflictos bélicos por jurisdicción de las aguas dulces aumentarán. En lo que respecta a los bosques, hasta fines de 2000 se habrá devastado el 40% de  los bosques del mundo, principalmente de los trópicos. Desaparecerán entre el 15 y 20% de las especies vegetales y animales, lo cual se expresa entre 500.000 especies. La concentración de CO2 será la tercera parte más alta que en el período preindustrial. Las consecuencias las estamos constatando actualmente con el calentamiento global, indicándose -además- que una vez que se presenten las consecuencias negativas de los impactos ocasionados serán de difícil reversión.

En este panorama sombrío para el futuro de la estabilidad del planeta, el informe advierte que “si se mantienen las tendencias indicadas de crecimiento de la población mundial, industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos, agotamiento de los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en los próximos 100 años y el resultado probable sería un súbito incontrolable descenso, tanto de la población como de la capacidad industrial”. Por lo tanto, es urgente establecer un equilibrio entre el crecimiento y el desarrollo.

Con estos antecedentes, en 1987, la Comisión Mundial del Medio Ambiente de las Naciones Unidas, en el llamado Informe Brundtland, propone una nueva relación entre los seres humanos y el medio ambiente, definiendo el desarrollo sostenible como “un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades”. Concepto que fue confirmado por las Naciones Unidas en el evento realizado en Río de Janeiro en 1992 denominado ‘La Cumbre de la Tierra’, aclarando con los principios aprobados que “los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Teniendo derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza” (Principio 1). “Para alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente debe ser parte del proceso de desarrollo y no puede ser considerado por separado” (Principio 4).

Para lograr resultados de estos acuerdos será necesario un alto nivel de compromiso mundial para la revisión integral de los métodos y técnicas de producción con una capacitación y orientación de equilibrio ambiental.

Contenido externo patrocinado