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El Telégrafo

¡A la carga!

21 de febrero de 2013

¡ A la carga! Esa era la orden que impartían los Libertadores a sus heroicas tropas en las guerras de independencia. ¡A la carga! Y ellas y sus jefes se lanzaban contra los poderosos ejércitos de España, a vencer o morir por la libertad de América Latina. Allí están sus huesos, sembrados en los campos de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, en fin, en todo el inmenso territorio que cubre el continente desde el río Bravo hasta la Patagonia.

En nuestra patria, heredera de esos martirios y esas glorias, la consigna se impone nuevamente. Cierto que no para formar tropas contra nadie, ni aceitar los fusiles, ni preparar los cañones o lanzar indómitas caballerías. No. La hora del Ecuador y del continente es otra. Hoy es el momento de las urnas, y en las urnas, pacíficamente, sin alharacas, el 17 de febrero la ciudadanía acaba de propinar un golpe demoledor a las fuerzas del pasado y a los diversionistas que las sirven.

Golpe al pecho de los opresores y esclavistas contemporáneos: la gran burguesía, la banca chulquera, el imperio que sustituyó a España con más cadenas y más ferocidad que antes. Golpe apabullante contra la derecha, el oportunismo político, la demagogia, la prepotencia inmoral de los grandes medios. Un movimiento de gigantes, compuesto por gente de toda clase, desde niños hasta ancianos, acompañados de resueltas oleadas de mujeres.

La contundencia de esta marcha triunfal, conducida por Rafael Correa Delgado, no significa que la Revolución Ciudadana avanzará sin tropiezos ni obstáculos. Momentáneamente aturdida, la oposición volverá a las andadas dentro y fuera de las calles, dentro y fuera de los templos, los colegios y las universidades, los cuarteles y los medios. Cuando el lagarto está herido, lanza sangrientos y furibundos coletazos. De allí que se debe concebir el futuro inmediato como una guerra compleja, sin pólvora, pero de grandes dimensiones. Y de allí que retorna la consigna de los Libertadores: ¡A la carga!

¡A la carga contra la miseria y las causas que generan pobreza, inmigración, atraso y delincuencia! ¡A la carga contra la corrupción judicial que supervive y prolonga el mercadeo de la justicia! ¡A la carga contra los privilegios de unos pocos en desmedro de los derechos de las mayorías! ¡A la carga por una patria que brinde pan y empleo, salud y educación a quienes siempre fueron postergados: indios, negros, cholos y montubios! ¡A la carga por la dignificación de los medios! ¡A la carga contra el sistema que nos hizo, primero, esclavos de la deuda inglesa; y luego de la deuda norteamericana! ¡A la carga por una Asamblea Nacional que afirme en la ley la conducción de la Revolución Ciudadana liderada por el presidente Correa! ¡A la carga en nombre del futuro y la esperanza! ¡A la carga por la segunda y definitiva Independencia del Ecuador y América Latina!

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