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El Telégrafo

60 años del Moncada

27 de julio de 2013

El trayecto entre Santiago de Cuba y la Granjita Siboney está jalonado por inmensas rocas trasladadas desde la Sierra Maestra y en cada una está inscrito el nombre de quienes cayeron en combate o fueron asesinados ese 26 de julio de 1953.  Allí se inicia la gesta, a partir de la cual los nombres de Fidel, el ‘Che’, Camilo, Raúl, Haydeé, Melba, Celia, Vilma y muchos otros figuran en la galería de  héroes latinoamericanos.

El 26 de julio fue el punto inicial del largo camino hacia la victoria, obtenida el 1 de enero de 1959 y, como se trató de una revolución verdadera, el proceso continúa 60 años después.

El 26 de julio fue el punto inicial del largo camino hacia la victoria, obtenida el 1 de enero de 1959; empero, el proceso revolucionario continúa en CubaLa Revolución Cubana fue para América Latina el hecho más relevante del siglo XX. Algunas generaciones se iluminaron por la luz que venía del Caribe, despertando el anhelo de cambiar las seudodemocracias en las que malvivían nuestros pueblos, por procesos que atacaran las raíces de los problemas arrastrados desde la época colonial: rezagos feudales, castas que se turnaban en los gobiernos defendiendo su interés de clase entre la violencia y la  corrupción, mientras las grandes mayorías se debatían en la pobreza y la ignorancia.

Ríos de tinta han corrido para interpretar ese hecho histórico, ocurrido en plena guerra fría y a 90 millas de EE.UU. que, desde la lucha contra Batista, se mostró contrario a los nuevos vientos que soplaban en la isla. El proyecto, inspirado en Martí, según aseveró Fidel en su alegato- defensa “La historia me absolverá”, proponía un programa de liberación nacional democrática, que se cumplió al poco tiempo del triunfo revolucionario.

La ofensiva desatada por los sucesivos gobiernos norteamericanos -que llegaron al apoyo a una invasión armada, rechazada por el pueblo cubano en 72 horas- marcó el rumbo de esa revolución, que desde entonces ha debido manejarse a la defensiva, en una reedición de la batalla bíblica de David contra Goliat. Todos los medios han sido empleados para hacer daño: intentos de asesinato a Fidel, que se cuentan por decenas;  ataques a personas  y empresas cubanas  en el exterior, sabotaje a centros productivos, introducción de plagas y enfermedades y un bloqueo condenado por el mundo, que ya lleva más de 50 años.

Sin embargo, la Revolución  Cubana  sigue allí, renovándose y rectificando cuando lo estima necesario; solidaria con todos los pueblos pobres del mundo,  destacando en la ciencia, las artes, los deportes, y con esa dignidad que es su sello identitario. Porque en Cuba “siempre es 26”.

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