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El Telégrafo

20 años del atentado a Seles

04 de mayo de 2013

04-05-13-deportes-Monica-SelesEl pasado 30 de abril, se cumplieron 20 años del más violento incidente registrado en un torneo de tenis: la alevosa agresión cometida por el alemán Gunter Parche  contra la entonces número 1 del ranking mundial ATP, Mónica Seles.

Se jugaban los cuartos de final del prestigioso torneo femenino de Hamburgo, ante más de 6.000 espectadores, en el hermoso club Rothenbaum. Seles, de 19 años, se enfrentaba a la experimentada búlgara nacionalizada suiza Manuela Maleeva. Al terminar un descanso, Seles despegó la espalda de su silla para levantarse, cuando fue súbitamente atacada por Parche,  con un cuchillo de cocina con una hoja de 23 cm, la que penetró 2 cm en la espalda de Seles, muy cerca de la columna vertebral, próxima a la cuarta vértebra torácica, de no ser porque se inclinó hacia adelante justo en ese momento, el resultado podía haber sido una parálisis permanente.

Mónica estaba siempre custodiada por cuatro guardaespaldas durante el torneo, pues temía algún ataque relacionado a la guerra de los Balcanes que se desarrollaba en ese momento en la antigua Yugoslavia, pero nada pudieron hacer ante el  sorpresivo  ataque.

Parche, nacido en Thuringen en la antigua República Democrática Alemana, tenía problemas sicológicos,  estaba obsesionado con la estrella del tenis alemán Steffi Graf, y no podía soportar que la jovencita Seles le hubiese arrebatado el primer lugar del ranking mundial a Graf. El agresor declaró que no era su intención matar a Seles, sino lesionarla para alejarla de las canchas por un tiempo, para que Steffi recupere el # 1, como en efecto sucedió.

Seles había destronado a Graf y dominaba el circuito femenino. Ganó su primer título de Grand Slam en Roland Garros 1990, con apenas 18 años de edad, venciendo a Graf en la final, y desde entonces había agregado siete más a su récord personal, dos abiertos de Australia, otros dos Roland Garros, y dos abiertos de los Estados Unidos, solamente le faltaba Wimbledon donde había disputado la final en 1992, cayendo ante Steffi.

Mónica, nació en Novi Sad, en ese entonces Yugoslavia, el 2 de diciembre de 1973, tenía 19 años al momento del ataque, servía con la mano izquierda, jugaba revés y derecha con dos manos, con una potencia impresionante, su intensidad y su concentración, no tenían comparación dentro del circuito WTA, tenía muchos años de carrera por delante, y quién sabe cuántos títulos de Grand Slam más hubiese sumado a su cuenta personal, todo esto se vio truncado por el acto malicioso de un sicópata.

Según los diagnósticos de los médicos, Seles debía recuperarse en un período de tres meses, el daño era a nivel muscular, pero el daño a nivel sicológico era más grave.

Algo que afectó mucho a Seles fue la decisión de los organizadores de continuar con el torneo, y también la falta de solidaridad de sus colegas, que siguieron jugando normalmente al día siguiente como si nada hubiera sucedido. Mónica regresó a su casa en Sarasota, Florida, pero entró en una fuerte depresión, que la llevó a aumentar 30 kilos de peso.

Regresó a la competencia oficial  después de 28 meses  y ganó el primer torneo en que participó, el Abierto de Canadá 1995, y unas semanas más tarde  perdió la final del Abierto de Estados Unidos contra Steffi Graf en tres sets muy disputados. Obtuvo la nacionalidad estadounidense y formando parte del equipo norteamericano de Copa Federación, su contribución fue vital en los títulos logrados en 1996 y 2000.

Sin embargo, Seles nunca fue la misma después del ataque. Su físico cambió, le costaba mantener su peso ideal, de todas maneras, ganó 20 títulos tras su regreso, pero solamente un Grand Slam más, el Abierto de Australia 1996.

Su última final en uno de los grandes, fue en Roland Garros 1998,  frente a Arantxa Sánchez-Vicario, ganó su último torneo en mayo de 2002 en Madrid, y disputó su última final en Dubái en 2003, cayendo frente a Justin Henin. Su agresor Gunter Parche fue sentenciado a libertad condicional y dos años de tratamiento sicológico, y nunca pisó una cárcel, actualmente se encuentra en un asilo en su ciudad natal y ha sufrido algunos derrames cerebrales.

Mónica se sintió que no se había hecho justicia con la sentencia  y juró no pisar nunca más Alemania. Seles tiene asegurado su lugar entre las mejores tenistas de la historia del tenis. Está en el Salón de la Fama de este deporte y solamente podemos especular cuántos torneos más hubiese sumado a su rico palmarés, si su carrera se hubiera desarrollado con normalidad .

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