Publicidad

Ecuador, 04 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
José Velásquez

1998: el año bisagra

30 de julio de 2018

Zidane se graduaba de genio, Rafael sufría con el inglés y yo empezaba en televisión. Muchos consideran que 1979 marcó el antes y el después de nuestra historia moderna, cuando Jaime Roldós reinaguró la democracia. Yo, en cambio, creo que hubo un giro después de ese giro.

La banca venía dando muestras de debilidad desde 1995, pero fue en 1998 cuando la crisis financiera empezó a tomar forma. Primero entró en liquidación el Banco de Préstamos, luego Filanbanco pasó a ser administrado por el Estado y finalmente el Banco del Tungurahua entró en saneamiento.

Hay fantasmas que van y vuelven, como el fenómeno El Niño, y otros que penan todo el tiempo, como la estrechez económica. A estas alturas del año, hace exactamente dos décadas, las lluvias de los meses previos y la caída de las exportaciones ya tenían en jaque al país. Pero después todo fue peor: Progreso, Previsora, Popular, AGD y el congelamiento de las cuentas.

En 1998 cayó la primera ficha del dominó bancario y, aunque el desenlace fue fatal, de esa crisis también nació la dolarización que nos sostiene hasta ahora.

En octubre de ese mismo año, y mientras incubaba la crisis, Ecuador por fin cerró su herida con Perú. El 26 de octubre Alberto Fujimori y Jamil Mahuad firmaron una nueva era. Y la paz, al igual que el dólar, nos dio estabilidad. Puede que la estabilidad no sea todo, pero todo es nada sin un escenario estable.

Y así volvemos a Roldós y su discurso valiente y patriota en el estadio Olímpico Atahualpa. Roldós vio venir la crisis y le puso el pecho al remezón de Paquisha. En la línea de tiempo, Sixto logró encarrilar a la historia de nuestro lado y dejó el camino listo para que Mahuad lo transite hacia la firma en Brasilia. En materia económica, nuestro sucre devaluado y abusado se estiró hasta donde se pudo. Y más.

Ya no tenemos un sucre débil, pero sí tenemos un dólar fuerte que nos resta competitividad. Nuestro temor ya no está en la frontera sur, sino en el norte. Pasamos del peculado bancario al peculado de los políticos corruptos. Rafael sufre con el francés, La Marsellesa volvió a sonar en lo más alto del Mundial y yo sigo en televisión. El país giró en 1998 pero, ¿quién dijo que el pasado no volverá? (O)

Contenido externo patrocinado