Los ciudadanos se movilizan contra la participación en la guerra siria
Un parlamento británico dividido decide si el país interviene en Siria
El Parlamento de Gran Bretaña decidirá hoy en una votación clave si autoriza o no lanzar una extensa campaña de bombardeos aéreos en Siria para combatir al Estado Islámico (EI), en medio de fuertes divisiones dentro del opositor Partido Laborista y de crecientes protestas anti-bélicas.
El primer ministro conservador, David Cameron, anunció un debate de emergencia en la Cámara de los Comunes, que concluirá con una votación para decidir si se autorizan o no dichos bombardeos militares.
Cameron considera que es hora de que Gran Bretaña se sume a otras potencias occidentales para combatir las amenazas del EI en Siria, al indicar que el gobierno británico no puede “subcontratar” la seguridad nacional a otros países, especialmente tras los atentados múltiples del pasado 13 de noviembre en París, que dejaron 130 muertos y decenas de heridos.
El mandatario está seguro de que ganará la votación de este miércoles, la cual permitirá el envío inmediato, posiblemente para antes del viernes, de una veintena de jets de guerra Typhoon de la Fuerza Aérea británica (RAF) a Siria.
La decisión fue tomada luego de que el jefe de los laboristas Jeremy Corbyn, que se opone a una intervención militar por considerarla “cotraproducente” e “ilegal”, autorizó a los legisladores de su agrupación a votar libremente al respecto, en lugar de seguir las indicativas del líder de la bancada.
“Considero que hay ahora un creciente apoyo en todo el Parlamento para justificar el pedido de nuestros aliados de actuar contra el EI en Siria e Irak”, afirmó Cameron en un breve mensaje televisado desde su residencia de Downing Street, en Londres.
El jefe del gobierno se negó a extender a dos días el debate parlamentario- como le pedía la oposición laborista-, al indicar que en una sola jornada podrán analizarse todos los temas al respecto.
Cameron quiere evitar una derrota en los Comunes como la que sufrió en 2013, cuando la mayoría de los legisladores votó en contra de extender los bombardeos aéreos de Irak a Siria para luchar contra las fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad.
Aunque algunos diputados laboristas creen que los bombardeos en Siria provocarán más inestabilidad en Oriente Medio, otros, entre ellos el ministro de Exterior en la sombra, Hilary Benn, y la exministra Margaret Beckett, creen que son necesarios para garantizar la seguridad interna de Gran Bretaña.
El Laborismo acusó ayer a Cameron de “apresurarse a lanzar la guerra” al negarse a convocar un debate de 2 días en el Parlamento acerca de los bombardeos. “Al negarse a convocar un debate de 2 días, Cameron está demostrando que la discusión se le está escapando de las manos, y que su justificación para lanzar la guerra se cae a pedazos”, afirmó un vocero de Corbyn.
En tanto, el grupo pacifista “Coalición Detener la Guerra” (Stop the War Coalition) convocó a miles de personas a protestar en el barrio gubernamental de Westminster contra los bombardeos aéreos en Siria.
El grupo anti-guerra, que el sábado logró reunir a unas 10.000 personas en distintas manifestaciones pacifistas en todo el Reino Unido, llamó a los activistas a convencer al gobierno para dar marcha atrás con sus planes belicistas.
La protesta se concentró en Parliament Square, fuera del Parlamento de Westminster, y atravesó las sedes centrales tanto del Partido Conservador como del Partido Laborista.
Lindsey German, presidenta de Stop the War, afirmó que la decisión de Corbyn de permitirle a sus parlamentarios votar libremente sobre el asunto, facilitará que el gobierno conservador obtenga una deseada mayoría.
“Pero por otro lado, mientras que el fin de semana había unos 100 diputados laboristas rebeldes, ahora esa cifra se redujo a 50. Estamos esperanzados en que se reduzca incluso más. Todo indica que hay cada vez más parlamentarios conservadores y laboristas escépticos acerca de una guerra. Cuánto más se analiza el argumento belicista, menos justificación tiene”, subrayó German.
La directiva del grupo pidió a los activistas “poner toda la presión posible a los legisladores para que rechacen la guerra”. (I)
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Los rebeldes aceptan la retirada
Homs quedará bajo control del gobierno sirio
Las autoridades de Damasco y representantes de los insurgentes acordaron ayer que los rebeldes abandonen en los 2 próximos meses el barrio de Al Waer, el último lugar de Homs que controlaban, indicó a la AFP el gobernador provincial, Talal al Barazi.
El acuerdo bajo el auspicio de la ONU, tiene el objetivo de poner fin a los bombardeos y al asedio del ejército en Waer, el último barrio defendido por los rebeldes en la ciudad, que habían apodado “capital de la revolución”.
Al Barazi indicó que cientos de milicianos opuestos al gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, saldrán en varias tandas de ese distrito en dirección a regiones del norte de Siria.
“Todos los rebeldes habrán salido de Waer dentro de dos meses. Un grupo de entre 200 y 300 hombres armados saldrá durante la primera etapa, que empezará el sábado”, indicó el gobernador.
Durante esta primera etapa, que durará una semana, “una parte de las armas pesadas y medianas se entregará” a las autoridades y también se irán algunas familias de rebeldes.
A medio plazo, cerca de 2.000 insurgentes tendrán que dejar este barrio, según el acuerdo cuya aplicación podría alargarse hasta dos meses, indicó el gobernador.
Barazi se reunió con representantes de todos los movimientos rebeldes de Waer, incluido el Frente Al Nosra, la rama siria de Al Qaeda, y con la sociedad civil del barrio. (I)