Senado polaco aprueba la controvertida reforma de la Corte Suprema
El Senado polaco, controlado por los conservadores en el poder, aprobó este sábado una controvertida reforma de la Corte Suprema, a pesar de las advertencias de la Unión Europea, los llamamientos de Washington a renunciar a esa ley y unas manifestaciones multitudinarias.
El texto, adoptado el miércoles por la Cámara Baja, se aprobó en el Senado con 55 votos a favor, 23 en contra y dos abstenciones.
A lo largo de los debates que duraron 15 horas, miles de manifestantes protestaron en todo el país contra esa ley que refuerza el control político sobre la Corte Suprema, al arrogar al ministro de Justicia la autoridad para seleccionar a candidatos para el tribunal.
Tras la votación, los manifestantes reunidos ante el Parlamento, gritaron: "¡Vergüenza!", "¡Traidores!", ¡"¡Democracia!".
Para entrar en vigor, la ley deberá ser promulgada por el presidente Andrzej Duda, miembro del partido gobernante, el conservador Derecho y Justicia (PiS) de Jaroslaw Kaczynski.
El jefe de Estado dispone de 21 días para firmar la ley, oponer su veto o, en caso de duda, someterla al Tribunal Constitucional.
La oposición, varias organizaciones de magistrados, el mediador público y los manifestantes pidieron al presidente Duda que vetara ésta y otras dos reformas aprobadas recientemente que, según ellos, aumentan el control del poder ejecutivo sobre el sistema judicial.
Los partidos opositores denuncian "un golpe de Estado", mientras que el PiS presenta las reformas como indispensables para racionalizar el sistema judicial y combatir la corrupción.
Para la formación gobernante, el rechazo a esas iniciativas es una forma de defender los privilegios y la impunidad de la "casta" de los jueces.
El miércoles, la Comisión Europea urgió a Varsovia a "poner en suspenso" la reforma judicial, amenazándola con sanciones sin precedentes, como la suspensión de los derechos de voto de Polonia en el seno de la UE.
Tras recordar que Polonia es "una aliada cercana", Estados Unidos mostró su inquietud por una legislación "que parece limitar el poder judicial y debilitar potencialmente el Estado de derecho en Polonia".
"Llamamos a todas las partes a garantizar que ninguna reforma judicial viole la Constitución polaca o las obligaciones internacionales y que respete los principios de independencia de la justicia y la separación de poder", declaró Washington en un comunicado.
El 12 de julio, el Parlamento polaco aprobó otras dos leyes polémicas sobre el poder judicial. La primera estipula que, a partir de ahora, los parlamentarios se encargarán de elegir a los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. La segunda modifica el régimen de los tribunales de derecho común, cuyos presidentes serán nombrados por el ministro de Justicia.
El PiS llegó al poder en octubre de 2015 e impulsó varias reformas radicales. Algunas, como la de la Corte Suprema o la de los medios públicos, son muy criticadas por la Comisión Europea. (I)