Pinturas sobre los campos de arroz son un atractivo turístico en China
El arte de pintar sobre extensos campos de arroz parece irrealizable, pero para los chinos no hay nada imposible. Aunque suena extraño, lo vimos desde lo alto de una torre de 100 metros y en realidad es una obra de arte.
Se trata de una extensión de 150 hectáreas de arroz en la norteña provincia de Liaoning, al este de China, en las afueras de su capital Shenyang. Tras un complejo proceso, un grupo de diseñadores elaboraron dibujos y posteriormente máquinas especiales despliegan el trazo.
El diseñador utiliza el satélite Beidou para localizar la georeferencia y luego se conecta a una línea para hacer un patrón. Los agricultores quienes cultivarán a mano cada tipo y color de arroz, que dará forma al dibujo general, por lo que este paisaje es otra artesanía china en el terreno agrícola.
Con recorridos en tren, en pequeñas unidades de locomotoras o bien a pie, los visitantes se acercan en familias para aprender sobre la cultura del arroz.
Estos dibujos sobre los cultivos son los más grandes del mundo y sus dimensiones podrían ser no lo más importante, pues según la empresa creadora, “tienen el mérito de unir a los trabajadores del campo, con los habitantes de la urbe de nueve millones de habitantes en que se ha convertido Shenyang y los hace valorar cada grano de arroz en el plato”, aseguró su mentor.
El concepto nació de la idea de la empresa turística, que está en manos Xibo Longdi Creative Agricultural Industry, que pensó mezclar la producción de arroz para la capital Shenyang y al mismo tiempo motivar a los agricultores a ser creativos en su arte natural. Esto permitió que con el paso del tiempo se convirtiera en una atracción turística.
Hoy en día, miles de personas la visitan cada primavera y verano para tomarse una 'selfie' y recorrer este extenso campo de arrocero con una producción de 1.000 toneladas anualmente. También colabora en proyectos de base de investigación construidos conjuntamente así como proyectos de alojamiento familiar.
En tren, locomotora o recorrido a pie, los visitantes pueden reunirse en familia para aprender sobre la cultura del arroz. Estos dibujos de cultivos son los más grandes del mundo. Su tamaño no es primordial porque, según la firma creativa, “tienen la ventaja de unir a los trabajadores del campo con los habitantes de una ciudad de nueve millones".