El expresidente de Guatemala Otto Pérez Molina deberá volver hoy ante el juez para explicar el origen de unos $ 700 mil que le fueron embargados en el ámbito del proceso judicial en su contra por corrupción.

Según fuentes judiciales, esta comparecencia fue solicitada por el general retirado, de 64 años de edad, para presentar pruebas de la legalidad de los dineros acumulados en cinco cuentas bancarias en la moneda nacional (quetzales) y una en dólares.

Con vistas a responder a esa demanda el titular del Juzgado B de Mayor Riesgo, Miguel Ángel Gálvez, citó al exgobernante y a su abogado César Calderón para este viernes a las dos de la tarde, hora local.

Calderón precisó que la apelación responde a que no existen pruebas concretas de la participación de su defendido en los delitos que le imputa la Fiscalía: asociación ilícita, defraudación aduanera y cohecho pasivo.

Pérez Molina, quien debía entregar la banda presidencial a su eventual sucesor al frente del país en enero de 2016, dimitió el 3 de septiembre tras ser vinculado a una organización criminal de defraudación aduanera.

Hasta el momento el exmandatario insiste en su inocencia y hasta aseguró a la cadena mediática CNN que sólo es víctima de un golpe de Estado suave, por cuanto "su gobierno era incómodo para Estados Unidos".

Esas declaraciones fueron emitidas desde una prisión civil habilitada en el cuartel militar Matamoros, en Ciudad de Guatemala, en la cual permanece recluido por orden del juez Gálvez para ser procesado.

Evidencias de la participación de Pérez Molina en el caso La Línea, presentadas por el Ministerio Público, motivaron el internamiento preventivo y el embargo de las cuentas a nombre del expresidente.

Mientras el puesto de jefe de Estado de Guatemala fue ocupado, con el aval del Congreso de la República, por el exvicetitular del Gobierno Alejandro Maldonado. (I)