Rohaní pide apoyo para seguir con las reformas
La alta participación marcó las elecciones presidenciales en Irán
Teherán.-
La alta participación marcó la jornada electoral en Irán, que celebró ayer unos disputados comicios presidenciales para determinar la continuidad del proyecto reformista moderado del actual presidente Hasan Rohaní o el regreso al poder de los conservadores, bajo el liderazgo del clérigo Ebrahim Raisí.
Las colas frente a los centros de votación, habilitados en escuelas y en sitios religiosos como mezquitas, fueron una constante desde temprano y las autoridades prolongaron dos horas, hasta las 20:00, la apertura de las urnas para facilitar que todos los ciudadanos depositaran su voto.
Los 63.000 colegios electorales habilitados en el país abrieron sus puertas a las 08:00 hora local (03:30 GMT) y más de 56 millones de iraníes fueron convocados a las urnas en estos comicios, a los que también se presentaron como candidatos los exministros Mostafa Mirsalim y Mostafa Hashemitaba.
Tras depositar su voto en el centro religioso y cultural Hoseiniye Ershad, en Teherán, Rohaní, de 68 años, afirmó que “la presencia masiva (ciudadanos) en las elecciones fortalece el poder nacional y la seguridad”, y pidió al pueblo que “ayude con unidad y empatía” al candidato que salga elegido.
Raisí, de 56 años, instó a respetar los resultados, en referencia a las protestas reformistas de 2009 contra la reelección del conservador Mahmud Ahmadineyad, cuyos líderes bajo arresto domiciliario llamaron a votar por Rohaní.
Por su parte, el líder supremo de Irán, Alí Jameneí, dijo al votar que las elecciones presidenciales son “importantes” porque “el destino del país está en manos del pueblo”.
Denuncias de fraude y sanciones
Antes de que terminara la jornada electoral, el partido de Raisí denunció “infracciones” y exigió una intervención contra “acciones de propaganda de los responsables y simpatizantes del gobierno” a favor del presidente saliente.
Además, denunciaron que el nombre de Ebrahim Raisí estaba mal presentado en las listas de los colegios electorales y que no había suficientes papeletas en las “zonas desheredadas” más favorables al candidato conservador.
Las elecciones se desarrollaron dos días después de la decisión de Estados Unidos de renovar el levantamiento de las sanciones contra Irán, conforme al acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Teherán y las grandes potencias.
El presidente Rohani, elegido en 2013 con el 50,7% de los votos, dedicó la mayor parte de su primer mandato de cuatro años a la negociación de este acuerdo que permitió iniciar la apertura económica y política del país.
Además de la conclusión del acuerdo nuclear, el presidente saliente logró una impresionante caída de la inflación, que disminuyó cerca del 40% en 2013 a alrededor del 9,5% actual.
Pero persiste la desconfianza entre Teherán y Washington, dos potencias que rompieron sus relaciones diplomáticas poco después de la revolución islámica de 1979.
Este clima se acentuó desde la llegada al poder del presidente estadounidense, Donald Trump, que este fin de semana asistirá a una cumbre con dirigentes musulmanes del mundo entero en Arabia Saudita, gran rival de Irán en la región.
Con todo, la ambición de Rohani es continuar con la apertura internacional para atraer más inversiones, mientras que Raisí se presenta como el defensor de los pobres y pretende dar prioridad a la producción nacional.
Se espera que el ganador sea proclamado en la primera vuelta, cuyos resultados definitivos se conocerán mañana, según las autoridades electorales. (I)