El   incendio en un penal hondureño que dejó 359 presos muertos fue accidental, causado posiblemente por un cigarrillo, expresó   el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, en un informe preliminar de la tragedia ocurrida el 14 de febrero, basado en datos de bomberos y fiscalía.

“Lo preliminar que tenemos es un accidente, se descarta completamente que haya habido mano criminal y cortocircuito como han señalado algunas versiones”, aseguró Bonilla, quien dijo esperar el resultado de las investigaciones de los expertos estadounidenses para dar a conocer el informe final.

El Ministro señaló como posible causa que los reclusos estuvieran fumando en un colchón inflamable, en el que  se inició la primera llama, y el fuego se propagó rápidamente.

Mientras tanto, el fiscal de Honduras, Luis Rubí, descartó impactos de bala como causa de muerte en el incendio de la cárcel de Comayagua, tras ser practicadas 277 autopsias del total de 359 cuerpos de las víctimas, según declaraciones divulgadas ayer en la prensa local. Unos 600 parientes de los reos fallecidos fueron visitados la noche del lunes por el fiscal, quien les explicó que la identificación de cuerpos es un proceso lento, informó el asesor de los familiares, Agustín González.  AFP