Comunidad internacional ofrece ayuda al país sirio
Damasco, Siria.-
Siria sigue sometida a la presión internacional para que permita el ingreso de ayuda humanitaria a Baba Amr, barrio rebelde de Homs reconquistado el pasado jueves por el ejército y al que hasta ahora las autoridades prohíben el ingreso de la Cruz Roja.
En Deraa, cuna de la contestación contra el régimen, un atentado suicida con un coche bomba mató a dos civiles y dejó 20 heridos, entre ciudadanos comunes y agentes de la seguridad, según la agencia oficial SANA. Los Comités Locales de Coordinación (LCC), que organizan la protesta, acusaron al régimen de Bashar al Asad "de estar detrás" de este ataque.
Mientras tanto en Damasco, los restos de la periodista estadounidense Marie Colvin y del fotógrafo francés Rémi Ochlick, transportados el viernes al hospital Asad de Damasco, fueron entregados a los embajadores de Francia y de Polonia, éste último representando a Estados Unidos, para ser repatriados.
El pasado viernes, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja Arabe Siria (CRAS) enviaron un convoy de ayuda humanitaria hacia Baba Amr.
Sin embargo, los siete camiones no pudieron entrar al barrio. Las autoridades invocaron razones de seguridad, en particular la presencia de bombas y minas en la calzada para impedir el ingreso.
En una primera reacción oficial a la toma de Baba Amr, el diario gubernamental As Saura afirmó en su portada que "los servicios competentes restablecieron la seguridad en el barrio de Baba Amr después de haberla desinfectado de grupos terroristas armados que destruyeron todo y que transformaron la ciudad en un infierno".
Durante casi un mes, el barrio estuvo sometido a un bombardeo sistemático de artillería, provocando cientos de muertos y cuantiosos daños, antes de que las tropas del régimen lo ocuparan por asalto, según varias organizaciones de defensa de los derechos humanos.
La situación en Siria es "inaceptable e intolerable", afirmó el viernes el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, llamando a las autoridades sirias a "dejar entrar sin condiciones previas" la ayuda humanitaria en el país y a las partes a cesar "toda violencia".
Por su parte, el jefe de la diplomacia turca, Ahmet Davutoglu, acusó al gobierno sirio de "crimen" al impedir la ayuda humanitaria y de "cometer un crimen de lesa humanidad cotidianamente" al disparar contra su propia población, indicó la agencia de prensa turca Anatolia.
La ONU sigue tratando de organizar una visita a Siria de su responsable de operaciones humanitarias, Valerie Amos, para evaluar la situación humanitaria en el terreno, agregó Ban Ki Moon. Las autoridades sirias rechazaron el ingreso al país de Amos.
En el plano político, Ban afirmó que la misión de Kofi Annan, nuevo emisario de la ONU y de la Liga Árabe en Siria, sería "obtener un cese del fuego, de poner fin a la violencia y de ayudar a una solución política" a través de un "diálogo político".