Ya es un hecho. El técnico argentino Reinaldo ‘Mostaza’ Merlo reemplazará al uruguayo Marcelo Fleitas al frente de Fuerza Amarilla. “Este viernes (mañana) observará el partido entre Barcelona y Fuerza Amarilla y el martes próximo debutará en el partido por Copa Sudamericana contra Independiente Santa Fe, en Colombia”, precisó ayer el jefe de prensa del equipo orense, Richard Cevallos.  

Fleitas, quien había reemplazado este año al ecuatoriano Ángel Gracia, renunció por un problema de salud de su esposa. Por eso, Merlo se pondrá al frente de Fuerza Amarilla, que está entre los últimos de la tabla de posiciones en el torneo local y en los dieciseisavos de final de la Sudamericana empató 1-1 con Independiente Santa Fe, tras dejar en el camino en la primera etapa al chileno O’Higgins.  

Además del ingreso de Merlo, Fuerza Amarilla se reforzó de cara a la segunda etapa con otros dos argentinos, Federico Laurito y Brian Ferreira, al tiempo que fue ratificado en el equipo el defensa uruguayo Federico Alonso. 

Merlo dirigió a Barcelona entre junio y diciembre de 2008 y su última actuación fue en Colón de Santa Fe en 2014/15, del que fue despedido dos semanas después de su debut en primera categoría. Desde entonces ‘Mostaza’, el apodo que se ganó por el color de su cabello, se encontraba sin dirigir. Sin embargo, este detalle no tiene mucha importancia en un amplio sector del público de Argentina porque este exfutbolista pasó a la historia del fútbol argentino al obtener, como entrenador, el Torneo Apertura 2001 con Racing Club, que hacía 35 años no conseguía títulos locales. Los hinchas del club de Avellaneda, en agradecimiento por semejante proeza, le construyeron una estatua en el estadio.   

Fuentes cercanas al entrenador confiaron a EL TELÉGRAFO que Merlo “siempre quiso trabajar” y aseguraron que “tuvo algunas propuestas, pero -desde su salida de Colón- no le ofrecieron algo que considerara conveniente”. En cuanto a la sorpresiva despedida de ese equipo santafesino, después del primer partido disputado en primera división, las fuentes comentaron que “evidentemente en Colón no lo trataron bien, porque consiguió el ascenso y a la primera derrota no le renovaron el contrato”. 

Según las fuentes consultadas, “fue una cosa rara lo que pasó en Colón”, al tiempo que le atribuyeron el desenlace a una mala relación con el presidente de ese club, Germán Lerche, quien de antemano no lo quería mucho al frente del equipo.

Aunque sus últimos pasos fueron malos, Merlo es considerado “un entusiasta fenomenal que dirigió en Chile, en Bolivia y en Colombia y que acumula experiencia muy valiosa para cualquier grupo”. También tiene jerarquía y olfato, dos cualidades de peso para dirigir.

En cuanto a las críticas, trascendió que Merlo no se lleva del todo bien con los jugadores. Las fuentes reconocieron que “le cuesta llegar a los jugadores más jóvenes y que su esquema no le llega a la gente. Si no obtiene resultados esperados es porque cuando su equipo pierde es “porque juega mal”. Para muchos se trata de un entrenador defensivo y resultadista, otros lo definen como un táctico, noble y trabajador.

‘Mostaza’ es recordado como mediocampista de River Plate, el único cuadro para el que jugó desde 1969 hasta 1984. Actuó también para la selección argentina. En el campo de juego ganó siete campeonatos locales y disputó 35 partidos contra Boca Juniors, el histórico adversario de River. Todo un récord.

En el exterior le fue bien y regular. A mediados de 2008 lo contrataron como entrenador del Barcelona. Lo dirigió en la segunda etapa de un torneo donde solo clasificaba a la liguilla final el primero de cada grupo. Clasificó invicto tras 10 partidos, pero al final terminó quinto (de seis equipos) y no pudo clasificarse a la Libertadores 2009. Desde entonces se lo asocia a un estilo de juego defensivo, durante el cual buscaba aventajar para luego proteger el resultado.

Además de su pasión por el fútbol, Merlo disfruta del tango, de la buena mesa -en general- y del pastel de papas, en particular. Un plato clásico en Argentina que se elabora  con puré (patatas pisadas) y carne molida. Una receta que le preparaba su madre y que atesora en su paladar. De su etapa como ayudante de Alfio ‘Coco’ Basile en el seleccionado argentino quedaron registros en los diarios de las largas sobremesas después de cenar, casi a diario, en un conocido restaurante del barrio porteño de Palermo. 

Esas largas veladas quedaron en la memoria no solo por las discusiones de fútbol entre tiras de asado, vino tinto y helado, sino por la seguidilla de anécdotas que acumulaban entre café y café. Una vez que pise Ecuador habrá que preguntarle cómo hará para mantener intacto el delicado puente que lo une para siempre con los gustos y costumbres del Río de la Plata. (I)