Al ritmo de la cumbia pop, gastronomía argentina y abundante seguridad, el crack Lionel Messi invitó a Rosario a su círculo íntimo para festejar el casamiento con su novia de juventud y de toda la vida, Antonella Roccuzzo, madre de sus hijos y compañera de sus logros en Barcelona. La ceremonia se realizó este viernes.

“Es la boda del siglo” en Rosario, definieron esta semana los presentadores de radios y televisión de esta ciudad portuaria a 300 km al norte de Buenos Aires, adonde llegaron desde el jueves ídolos del FC Barcelona como Cesc Fabregas, Carles Puyol y Luis Suárez.  

Bajo estrictas medidas de seguridad, los invitados llegaron en jets privados antes de ser trasladados en autos negros y vidrios ahumados por los 21 km que separan el aeropuerto Islas Malvinas con el complejo de hotel y casino City Center donde se alojaron.

En ese lugar lujoso, rodeado de los asentamientos más pobres y peligrosos de Rosario, Lionel y Antonella se dieron el “Sí, acepto” en una ceremonia civil.

Luego festejaron con los 260 invitados y los 157 periodistas que fueron acreditados para cubrir los pormenores del casamiento que “fue un evento estrictamente privado”, advirtieron en todos los comunicados los organizadores.

Para aquellos que como Suárez y su esposa Sofía Balbi -socia e íntima amiga de Roccuzzo- asistirían con sus hijos, los organizadores dispusieron de un espacio para que “los más pequeños también estén entretenidos durante la boda”, indicó 6 Pointer, empresa encargada de acreditar a los periodistas. 

De los novios no hay rastros en Rosario, donde llegaron hace dos semanas y Messi celebró sus 30 años el pasado 24 de junio.

Dicen algunos amigos que están en Arroyo Seco, cerca de Rosario, o en un barrio cerrado donde viven los suegros del número 10. Amigas de Antonella han estado subiendo a redes sociales fotos con ella y sus familias en la intimidad de una sala o cocina en apariencia distendida.

Los rumores sobre supuestas despedidas de solteros el jueves en la noche fueron desmentidos por cercanos a la pareja. “Suena a una misión imposible tal como está la ciudad con prensa buscando un retrato de ellos”, dijo a la AFP una conocida de Antonella. (I)