Desde el 11 de noviembre cuando los clubes más importantes de Argentina se enfrentaron en la final de ida de la Copa Libertadores en La Bombonera, Boca Juniors y River Plate han tenido que esperar cerca de un mes para disputar el choque de vuelta que se efectuará en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid el 9 de diciembre a las 14:30.

Antes de esta instancia, Boca y River no la tuvieron fácil. Dejaron en el camino a 2 de los clubes más fuertes de Brasil, Palmeiras y Gremio respectivamente.

La primera final fue aplaza un día por la lluvia. Pero para la segunda final, no fue ni el clima, ni los equipos brasileños los que lograron aplazar el cotejo, sino las barras bravas en Argentina, que atacaron el bus donde los jugadores de Boca se trasladaban al Monumental.

Ahora, fuera de casa, y con operativo extranjero la Conmebol espera que el compromiso se juegue sin ningún inconveniente para conocer, al fin, al monarca de América casi un mes después. (D)