Atlético está en coma
Tres días después de la debacle en la Copa del Rey, el Atlético de Madrid agrandó su crisis este domingo con un empate sin goles ante el Leganés, en el estadio Wanda Metropolitano.
Esta es la enésima decepción de un equipo que también dimitió en la Liga con un duelo espantoso, frustrado por su incapacidad para alterar una dinámica alarmante.
No gana, pero tampoco da sensación de poder hacerlo el conjunto rojiblanco, nervioso y desquiciado por una situación a la que no encuentra solución.
El equipo aún no halla todo lo que se proponía al inicio del año: la firmeza, la potencia o la pegada que le han descrito en los éxitos pasados con Diego Simeone al mando.
El Atlético está en tal punto que no se siente superior a nadie. Ni siquiera en el Metropolitano ni contra el penúltimo de la tabla, el Leganés.
A sus rivales les sobra, hoy por hoy, con una estructura, un rigor y unos cuantos pases para transformar cualquier partido o transición en un problema irresoluble para el conjunto rojiblanco.
La indefinición del equipo expresa su momento. Parece que ni siquiera sabe a qué juega; una situación más evidente con el balón, cuando cada iniciativa ofensiva desde atrás es una secuencia de pases entre los centrales o los medios, que vuelven hacia atrás, sin un solo plan más que un pelotazo a la pelea de Morata o a la banda.
Demasiado previsible. Y simple para la zaga contraria, a la que le basta con no perder el sitio para arruinar cada intento ofensivo del equipo rojiblanco, cuyo temor en cada pelota y miedo al fallo es manifiesto, tanto como la falta de ideas para abordar un ataque, salvo cuando Joao Félix entra en una ecuación de resultado incierto.
Eso es hoy el Atlético, al que le falta incluso la fe y la insistencia, sin hablar de su consistencia, su fútbol, su ambición, su rebeldía, expuesto incluso a los ataques del Leganés, que rondó el área como una amenaza latente.
La plantilla del Atlético de Madrid siente que está en deuda con la afición. Por eso tuvieron un detalle con la hinchada. Los jugadores se quedaron en el césped tras empatar contra el Leganés. Era su forma de pedir disculpas a la hinchada por el mal momento que atraviesa.
Pidieron perdón a la afición por el mal rato y por la falta de resultados por el que pasa el equipo. Son conscientes de ello y prometen trabajar para cambiarlo. Así lo dijo el propio Simeone. (I)