Noah acusa a tenistas españoles de dopaje
Se enciende una gran polémica por un artículo escrito por el ex tenista francés Yannick Noah en el diario Le Monde de ese país, en dicha columna lanza graves acusaciones de dopaje contra todo el deporte español, creando una gran controversia, que parece recién comenzar, ya que la respuesta de deportistas y dirigentes ibéricos no se ha hecho esperar.
Y es que Noah sigue siendo un ídolo en su país y su palabra es escuchada y tiene mucho peso, es el último campeón francés de Roland Garros, título que ganó en 1983 en singles y en 1984 en dobles junto con su compatriota Henri Leconte, además de haber llevado de la mano a su equipo a la final de la Copa Davis en 1982, cuando perdieron contra Estados Unidos.
Años más tarde como capitán lideró a los galos a la conquista de la Copa Davis en Lyon, con un triunfo de 3 a 1 sobre los mismos americanos en 1991, algo que no conseguían desde 1932, y lo repiten en 1986 como visitantes en Malmo, frente al poderoso equipo sueco.
En 1997, como capitán lleva al equipo francés a la victoria en la Copa Federación, el equivalente a la Copa Davis en la rama femenina.
Después de todos sus éxitos deportivos, incursiona y triunfa en el ámbito de la música, hace también obra social en beneficio de los niños africanos sin recursos por medio de su fundación Les Enfants de la Terre, todo esto lo lleva a ser nombrado la celebridad más popular de Francia por el diario Jornal du Dimanche en 2005 y 2007 .
Por todo lo antes mencionado, una personalidad tan importante como Yannick debería haber sido más cuidadoso al momento de expresar su opinión, y no lanzar acusaciones al deporte español en general, desvalorizando todos sus triunfos, sin presentar prueba alguna.
Noah dice, entre otras cosas, que los españoles parecen haber encontrado una “poción mágica”, y que de la noche a la mañana han empezado a ganarlo todo en todos los deportes, que él no ha logrado descubrir ninguna evidencia de que España cuente con métodos de entrenamiento diferentes, técnicas distintas, que tenga instalaciones y máquinas de entrenamiento que otros países no posean y que básicamente no le ve ninguna explicación lógica a esa superioridad deportiva que tienen en la actualidad.
El primero en salir a defender el honor deportivo español fue Emilio Sánchez-Vicario, definitivamente la persona indicada para hablar con conocimiento de causa, actual presidente de la Asociación de Deportistas Españoles, ex tenista top 10 en singles, en dobles número 1 del mundo, ganador de dos Roland Garros (1988 junto con Andrés Gómez y 1990 con Sergio Casal), el US Open en 1989 con Casal y campeón de la Copa Davis como capitán del equipo español en el 2008.
La respuesta de Emilio publicada por los principales medios europeos la hace en una carta dirigida personalmente a Noah, donde le escribe como colega y amigo y le explica que el éxito español, específicamente en tenis, no llegó de la noche a la mañana como escribió él, que les tomó cerca de treinta años, que cada generación fue superando a la anterior y cuenta cómo él mismo fue parte importante de los que iniciaron esta revolución del tenis hispano, luego vino la generación de Sergi Bruguera, quien ganó dos Roland Garros y disputó una tercera final, después aparecieron Alex Corretja, que llegó a ser el número 2 del ranking ATP, Albert Costa también campeón del abierto francés, Carlos Moyá, quien también levantó el trofeo de campeón en Roland Garros y fue el primer español en llegar al # 1 del ranking mundial, aunque se mantuvo pocas semanas en la cima, posteriormente surge Juan Carlos Ferrero, otro campeón español en Roland Garros y permanece algunos meses en el primer lugar del ranking, para finalmente llegar a Rafael Nadal, el mejor tenista español de todos los tiempos y uno de los mejores en la historia del deporte.
Y añade Sánchez-Vicario, de todos ellos el único con una musculatura impresionante es Nadal, como lo era Yannick en su mejor momento y nunca nadie lo cuestionó o lo acusó.
En otro párrafo escribe Emilio: “el éxito de los españoles se conjuga en cuatro C: Condición, Cabeza, Corazón y C..., palabra muy usada en España para describir la hombría y valentía y ese es el secreto del deporte español, los campeones no ganan por “pócimas mágicas”, sino porque logran esa energía distinta, son especiales, como lo eras tú Yannick”.
Nadal se sumó a la protesta y calificó al francés de “ignorante” y “niño pequeño”, rechazó sus comentarios sobre el deporte español y prosiguió: no tenemos las mismas facilidades que ellos, pero en los últimos 20 años hemos sido mejores.
David Ferrer, compañero de equipo Copa Davis de “Rafa”, dijo que Noah no es el más indicado para hablar del tema, ya que su hijo juega baloncesto en la NBA, donde no se practican controles de dopaje.
Toni Nadal, tío y entrenador de “Rafa” opinó: “cada ladrón juzga por su condición, él no debería hablar, por ser una persona de dudosa reputación, habla por envidia e irreflexión, si piensas mal, al menos calla, Ferrer y mi sobrino nunca han tomado nada en la vida”.
El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, lamentó que haya “ignorantes” que no entiendan la explosión del deporte español.
David Drouillet, ministro de Deportes, pidió disculpas en nombre de Francia y declaró: “para lanzar acusaciones tan graves e irresponsables hay que tener pruebas, el deporte francés está consternado”.
Mi punto de vista es que el tenis es una disciplina que hace todos los esfuerzos para combatir el dopaje, es un deporte bastante limpio y jugadores como Nadal, Federer, Djokovic o Murray, a veces se quejan porque son sometidos a pruebas hasta 25 veces por año, todos los tenistas clasificados entre los 50 mejores del mundo tienen que estar disponibles para exámenes en cualquier momento, incluyendo en sus vacaciones, es por esto que tienen que informar a la ATP dónde van a estar esas semanas, pues pueden ser sometidos a controles sorpresa.
Pienso que las opiniones de Yannick no le hacen ningún bien al tenis, que tal vez sean producto de la frustración de ver a tenistas país vecino llenarse de gloria, coronándose con mucha frecuencia en Roland Garros, catedral del tenis francés, donde desde su triunfo en 1983 no ha vuelto a alzar el trofeo de campeón ningún compatriota suyo en la rama masculina.
Esperemos esta polémica quede atrás lo más pronto posible y que el tenis y el juego limpio sigan adelante cada vez más fuertes.