Publicidad

Ecuador, 03 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Gustavo Pérez Ramírez

No es una negociación

15 de febrero de 2015

¿Cómo le fue en Cuba? preguntó el periodista Oppenheimer a la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, después de la primera ronda de conversaciones para reestablecer las relaciones diplomáticas entre los dos países. Fue una visita “fructífera”, le contestó sin vacilación, respuesta que tomó fuera de guardia al periodista, quien esperaría otra opinión para su audiencia en CNN. También fue positiva la respuesta del otro entrevistado, Jeffrey Danidoro,  ex secretario de Estado, quien reconoció que comienza una nueva era.  

Sin embargo, los opositores cubanos Carlos Alberto Montaner y José Daniel Ferrer, en sintonía con la audiencia cubana de Miami, también entrevistados, sostuvieron, el primero que  “los EE.UU. dan demasiado sin pedir nada”, y el segundo insiste en que Washington mantenga el compromiso con el respeto de los derechos humanos en Cuba.

Muchos cubanos residentes en Florida, especialmente de la vieja generación, se oponen a la apertura de relaciones. El odio visceral a los gobernantes cubanos, y el recuerdo de la derrota sufrida en la invasión de Bahía Cochinos, les impide ver los grandes logros revolucionarios, la heroicidad con que el pueblo ha resistido durante tanto tiempo, y que emerja triunfador en la defensa de su soberanía con el respaldo casi unánime de los 193 países miembros, excepto  EE.UU e Israel, que cada año en la Asamblea de las Naciones Unidas, a la hora de la votación sobre el criminal bloqueo económico, han votado en contra.

A la postre, los EE.UU. han quedado aislados en esta confrontación. Y lo que es peor para ellos, a unas pocas millas de su costa, ven que están perdiendo un mercado, que reconocen “potencialmente interesante”, a favor de sus competidores del lejano Oriente.

Hay un error de percepción por parte de los enemigos del gobierno, unos porque creen que se trata del inicio de unas negociaciones en las que Cuba tendrá que aceptar un cambio radical de su sistema político y económico; otros porque temen qué tanto vayan a ceder los EE.UU.

Cuba en ningún caso cederá un palmo en sus principios, como lo expresó Raúl Castro en Costa Rica. Por su parte, el presidente Obama simplemente está cambiando de estrategia diplomática, reconociendo que 50 años de bloqueo no han servido de nada. No está proponiendo negociaciones, sino el inicio de la normalización simultánea de las relaciones diplomáticas entre los dos  países, buscando recuperar su liderazgo ante un congreso dominado por los Republicanos.

Sería hipócrita si insistiera en que el respeto a los derechos humanos es un tema “central”. ¿Con qué autoridad moral hablaría de derechos humanos, si en el mismo territorio cubano sus soldados practican la tortura y su gobierno mantiene la infame prisión de Guantánamo? Fuera de que en las calles de las grandes ciudades de EE.UU. viven unos 50.000 veteranos de las guerras mendigando, mientras se registran en promedio 22 suicidios cada día”, ante el olvido en que los tiene su gobierno, una de las muchas contradicciones éticas que caracterizan al imperio gringo.

Contenido externo patrocinado