Finalmente el veto del Ejecutivo pudo con el Código de la Democracia. Y la desazón de El Comercio fue explícita en su primera plana: “Asamblea no frenó mordaza electoral” complementado con la noticia, algo subjetiva, que rezaba: “La débil Asamblea no resistió la presión oficial”. Esto resume la tesis de la oposición. La tesis del Ejecutivo, más puntualmente la tesis del Presidente, exhorta a limitar las campañas políticas realizadas desde los medios. Textualmente: “Si quieren ser políticos, ganen las elecciones”. Aquí, hay un error de concepto.
Yo me considero un actor político y no he recibido ni un voto en mi vida. Me considero un actor político porque soy ciudadano. Y creo que mi derecho, y obligación, es ser un partícipe activo de la política que eventualmente me afectará a mí. Y es derecho, y obligación, de todo buen ciudadano, ser partícipe, desde sus posibilidades y campo de desempeño, de la generación de política: proponer, fiscalizar, debatir. ¿Acaso no se trata de eso la verdadera participación ciudadana?
De acuerdo, los medios de comunicación no son ciudadanos. Pero sí representan a ciudadanos. Un grupo elitista, egoísta, corporativista, pero ciudadanos al fin de cuentas. Es decir que, al igual que el resto de ciudadanos, tienen una agenda política. Buscan aquello que mejor funcione en relación a sus intereses. Una cualidad bastante humana. Y habrá una tesis con la que se identifiquen. Y prefiero que se haga esta manifestación abiertamente, a que siga escondida entre dobles sentidos, noticias tendenciosas, compromisos genéricos, todos cobijados por el manto de los verdaderos valores de la democracia y la libertad. Lo cual es una media verdad para todo el amplio espectro de los medios de comunicación.
No creo que se esté restringiendo la libertad de expresión. Creo que se limita un evidente derecho ciudadano. Y, además, da de qué hablar, cuando condicionas una fuerza evidentemente opositora. ¿A qué le temen? ¿Acaso los cuatro años de campaña (considero que cada acto político es un acto de campaña), la publicidad gubernamental y la gestión no son suficientes? La oposición se basará en lo mismo. ¿No existe la certeza de que se quedará corta?
Los medios de comunicación son instituciones poco democráticas. Lo son, aquí y en la China (bueno, a lo mejor no en China, pero por razones diferentes). Y, con todo, tienen derecho a participar en democracia.
Por esto prefiero una abierta posición y evidente subjetividad a una solapada e hipócrita tendenciosidad.