Publicidad

Ecuador, 01 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Nancy Bravo de Ramsey

Lo que todos debemos saber

29 de julio de 2014

En el Centro Infantil del Buen Vivir de la parroquia San Andrés, en la provincia de Chimborazo, los niños que asisten diariamente a ese organismo encuentran allí lo que necesitan para un desarrollo físico y mental adecuado a un excelente crecimiento. Atendiendo de la mejor manera a los pequeños, los profesionales que laboran en aquel centro, cada uno en su especialidad -médicos pediatras, fisiatras, traumatólogos, sicólogos, enfermeras, educadoras parvularias, dietistas, odontólogos, así como el personal administrativo-, se preocupan por entregar a los menores, divididos en grupos de 1 a 3 años y de 3 a 5, esmerados cuidados en las jornadas que transcurren durante 9 horas diarias, entre las 07:30 y las 16:30, dentro de las cuales los niños reciben 4 comidas, atención médica, sicológica y odontológica preventivas, vacunas, terapia de rehabilitación prescrita para cada caso, así como tratamientos de estimulación temprana para los niños del grupo de 1 a 2 años, juegos, descanso y enseñanzas infantiles que nutren el espíritu. Todo de manera gratuita.

Pero la preocupación del INFA también abarca el período de gestación de la futura madre, quien recibe diariamente las atenciones de los profesionales de las instituciones del MIES y de la cartera de Salud. A ello se suma la provisión de semillas de brócoli, puerro, quinua, arroz de cebada, a fin de que las gestantes las siembren en el patio de su casa, y críen a los pequeños pollitos que también les entregan, todo lo cual asegura, en un futuro muy próximo, la buena alimentación, tanto del niño como de su progenitora. Y finalmente, para completar el ciclo maternal, a ella se le indica cómo amamantar y alimentar a su pequeño hijo, cómo bañarlo y enseñarle a caminar.

¿Qué espera lograr el Estado con esta labor tan meticulosa como trascendente en la nación, trabajo que se multiplica en los más de 4.000 centros infantiles del Buen Vivir que hoy existen en las 24 provincias del país, dando atención a más de 500.000 menores? Pues, por nuestro lado, nosotros creemos que aún antes de cumplirse 2 décadas, con respecto a estos pequeños, la nación se enterará por entonces de que el país dispondrá de miles de figuras del más alto nivel intelectual y físico, que empezarán a destacarse en ciencias, deportes y actividades artísticas, casos que ahora son muy esporádicos en aquellos estratos de reducida economía, incapaces -por sus difíciles circunstancias- de atender a sus hijos con una alimentación y atención física, anímica e intelectual que aseguren los mejores rendimientos.

¿Cuál es la razón que movió al Gobierno a emprender una labor tan acertada como compleja? Con seguridad que fue la preocupante realidad  en que se encontraba la niñez ecuatoriana: en 2006, la desnutrición afectaba a aproximadamente el 30% de los niños. En el campo, los menores desnutridos alcanzaban el 36%, mientras que en las ciudades estas cifras solo llegaban al 19%. La Sierra rural aparecía como la región más afectada, con el 44%. En definitiva, el país se encontraba perdiendo generaciones enteras. A su vez, el Instituto Nacional del Niño y la Familia (Innfa) transcurría sus días con modestos resultados en lo que tiene que ver con su finalidad fundamental en los tiempos actuales, cuando la realidad amerita una proyección nacional más profunda, acorde con los graves problemas relativos a la niñez ecuatoriana.

Se decidió entonces por una reingeniería del Innfa, lo que culminó integrando al nuevo Instituto Público de la Niñez y la Familia (INFA), entidad que fusionó al ex-Innfa con la Operación de Rescate Infantil (ORI), Fondo de Desarrollo Infantil (FODI) y Dirección de Atención Integral de la Niñez y Adolescencia (Daina), mediante el Decreto Ejecutivo N° 1170, expedido el 3 de julio de 2008.

Contenido externo patrocinado