La historia de las ciencias ha sido la cenicienta de la historiografía. Me lo corroboró hace algunos años, refiriéndose a la historia de la Química, el eminente científico Luis Romo Saltos, PhD, cuando tuve el privilegio de entrevistarlo en su casa en Cumbayá en busca de información al respecto, después de infructuosas búsquedas en varias instituciones universitarias del país.
Escribía entonces la biografía del químico napolitano Carlo Cassola, asistente en Paris del célebre profesor Jean Baptiste Boussingault, quien recomendó su contratación para el famoso colegio Vicente León de Latacunga, donde fue pionero de 1855-1859 en la enseñanza de la Física y la Química. De ahí que la haya titulado Del Vesubio al Cotopaxi, un aporte a la historia de la Química.
En enero de este año había vuelto a tomar contacto con el doctor Romo para proponerle, en nombre de la Academia Nacional de Historia, su participación en el Primer Simposio de Historia de las Ciencias y el Pensamiento Científico en Ecuador, que organiza desde entonces la institución. No pudo aceptar porque estaba intensamente ocupado en la preparación de un libro, pero accedió a ser asesor y, de hecho, me sugirió los nombres de muchos de los que participarán. Su reciente fallecimiento deja un inmenso vacío.
El simposio, que honrará su memoria, tendrá lugar el 24 y 25 de noviembre en el auditorio Manuel de Guzmán Polanco de la Academia de Historia, en la calle Roca y Seis de Diciembre. Participarán 12 notables científicos ecuatorianos: matemáticos, físicos, químicos, informáticos, biólogos, neurólogos, genetistas, infectólogos, y otros científicos de la salud, y de las ciencias geológicas y mineralógicas.
Desde ahora anticipamos el éxito del evento por la prominencia de los científicos y sus aportes a un mejor conocimiento y avance de las ciencias en Ecuador. Sus ponencias serán publicadas en un libro, y sus exposiciones, filmadas y subidas a internet.
En el evento, que está abierto al público y que cuenta con el auspicio de Yachai EP se adoptarán unas conclusiones. Además de haber dado tribuna a los científicos, los ha relacionado en un empeño interdisciplinario, que posiblemente resultará en un acuerdo para emprender una investigación conjunta, cuyos resultados sirvan de base para los debates de un segundo simposio en un par de años.
Uno de los resultados importantes del primer simposio será haber abierto una ventana hacia la era del conocimiento de la época precolombina y encontrar que las matemáticas de entonces, relegadas al olvido por la Conquista, son el complemento que le falta a las matemáticas occidentales.
En líneas generales, como lo propone uno de los científicos, queremos que las ciencias contribuyan al cambio de la matriz productiva, en un marco de equidad y justicia que reconozca el valor individual y colectivo de los seres humanos y de su obra, basada en principios éticos y transparentes.