Publicidad

Ecuador, 24 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

¿Harry no usa condón?

29 de agosto de 2012

Un príncipe es intocable porque, según la tradición, es casi un caído del cielo. Si la prensa arma un escándalo porque aparece desnudo, besando la tetilla de un compañero, de espaldas a un adolescente con quien “juega eróticamente” o baila con sus amigas en “cueros” no hay problema. Se trata de un príncipe y por lo mismo es intocado y la “prensa seria” calla.

Solo caben preguntas en la misma inocencia principesca: ¿Los príncipes deben usar condón? ¿Si no lo usan sus compañeras de juegos eróticos y sexuales pueden demandarlos como lo hacen con Julian Assange las dos muchachas que “gozaron” de su cuerpo y de las delicias de su inteligencia? ¿En caso de usarlo quedan libres de culpa si, por si acaso, un príncipe penetra la corporalidad femenina o masculina de sus compañeros de “diversión aristocrática”? En la foto, divulgada masivamente, ¿el príncipe Harry penetra con condón a la joven a la que sostiene por sus senos y aprieta contra su vientre, en un hotel de Las Vegas?

Esas preguntas quedan para el gusto y regodeo de los entendidos en esos temas. Lo de fondo ahora es que el supuesto escándalo del príncipe ha servido para reflexionar sobre la moralidad inglesa y europea, que condena (mucho más mediáticamente porque acusación o sentencia no hay) a un ciudadano australiano por sostener relaciones consentidas con dos mujeres que ahora se sienten agraviadas, violentadas y casi ultrajadas por no usar condón y por no haber repetido el coito, pues Assange las “abandonó”.

Los ingleses dicen que deben cumplir con la extradición del fundador de WikiLeaks porque en Suecia hay sospechas de un delito de carácter sexual. ¿Cómo le llaman los mismos ingleses a lo ocurrido con el príncipe Harry? ¿Pura diversión (con condón o sin él) entre jóvenes (¿no había menores de edad entre ellos?) que por tener a un príncipe se justifica moralmente y hasta legalmente? Supongo que sí, porque no es un delito, es un acto de libertad y “muy propio de la edad”, como dicen los abuelitos.

¿Si por puro legalismo a alguien se le ocurre solicitar una confesión judicial al príncipe Harry, para que declare si hubo penetración sin consentimiento en los juegos sexuales en los que fue fotografiado, habrá “extradición” desde Reino Unido hacia los EE.UU.?

De todos modos, con la misma intensidad que ahora los soldados ingleses apoyan a su príncipe, posando desnudos en muchas fotos; como las jóvenes se desnudan con la bandera inglesa en señal de respaldo a Harry, no estaría mal que los mismos ingleses apoyaran el asilo de Julian Assange porque no tiene sentido sostenerlo en una embajada, casi preso, por supuestos acosos sexuales no consentidos. Y porque esa libertad de la que se vanaglorian también sirve para que el cuerpo se exprese libremente, como lo hizo con todo derecho el príncipe.

Contenido externo patrocinado