Como la oposición, débil y sin norte, reconoce que no puede competir, dentro del marco de la Constitución de la República, con el liderazgo de Rafael Correa Delgado y su vasta obra social, se mantiene en permanente alerta con todo su poder económico y el apoyo de la prensa privada para frenar la proyección de la Revolución Ciudadana, sin descartar otras acciones conspirativas. Hoy practica otros ensayos golpistas con nuevas estrategias para no repetir la fracasada intentona del 30 de septiembre.
No se puede ocultar la verdad. El público comprueba día a día el comportamiento de los medios comerciales en relación con el régimen del Buen Vivir, exagerando los hechos, tergiversando acontecimientos y ofreciendo amplia cobertura a conspiradores y políticos fracasados. Se equivocan quienes pretenden otro intento golpista. Hoy el pueblo organizado, con la experiencia del ayer, ya tiene su puesto en la vanguardia, presto a defender sus conquistas y seguir aportando hasta profundizar la Revolución Ciudadana.
Causa asombro y hasta indignación que la prensa ‘independiente’ conceda extenso espacio, como si fuera voz autorizada, a un exmilitar expulsado de Carondelet, por su incapacidad como gobernante y su deslealtad para quienes lo apoyaron en la contienda presidencial. Paradoja de la historia, ahora observen al firmante de la carta de intención con el Fondo Monetario, al entreguista de la base de Manta, llamando a las Fuerzas Armadas a “defender la democracia y la soberanía nacional”. Luce preocupado por el destino del Ecuador, pero cuando ejerció la Presidencia de la República solo se dedicó a servir a los intereses foráneos y a la derecha retrógrada.
Los oligarcas añoran el disfrute gratuito del pasado y para su rescate utilizan todos sus recursos por derribar al régimen socialista siglo XXI y recuperar el control de la República. Se lamentan por carecer de líderes solventes para enfrentar al gran guía de la historia en 2017. Se movilizan por doquier para pretender hostilizar al gobernante y con ello provocar ficticio descontento en las instituciones del Estado.
Es parte de la historia y pertenece al pasado la costumbre de golpear las puertas de los cuarteles para fines políticos. Los politicastros, mediante oscuras acciones, buscan proteger sus intereses. Las Fuerzas Armadas evolucionan como todas las instituciones, en función de progreso y ampliar su misión. Actualmente, el Ministerio de Defensa está empeñado en la reestructuración y modernización de las Fuerzas Armadas para enfrentar con éxito los nuevos riesgos, considerando cuatro grandes ejes: Fortalecimiento del talento humano. Relocalización de unidades militares. Fortalecimiento de la capacidad operativa de todas las fuerzas y Mejoramiento de las condiciones de vida. Siempre con el lema: En tiempos de paz, construimos seguridad y soberanía para el Buen Vivir.
Es tiempo de comprender que la única manera de derrotar a la guerra, violencia y conspiración es evitándolas y que el diálogo es el mejor instrumento para superar diferencias, consolidar la democracia, vivir en un ambiente de tranquilidad y de bienestar social.