La teoría del endograma surge a inicios de la década del 60 como un enfoque pedagógico innovador. J.V. Wukmir introduce el término y lo relaciona con estudios psicológicos de la personalidad.
Según su creador, el endograma se fundamenta en el razonamiento crítico y la creatividad del modelo reflexivo de la pedagogía crítico-social. En la actualidad, la teoría del endograma incluye elementos de la cultura y la comunicación.
¿Qué son los endogramas? Los endogramas son procesos mentales que nos permiten internalizar los conocimientos y apropiarnos de ellos de modo que se traduzcan en actitudes, hábitos y valores en la convivencia social; en otras palabras, en conductas inteligentes.
Este enfoque reconoce que lo conocido no es vivido porque existe inmadurez (ataduras primarias), incapacidad para asumir responsabilidades y búsqueda de privilegios, influencias familiares, sociales, mediáticas y culturales; en definitiva: subdesarrollo psicológico y cultural.
La teoría del endograma permite, a través de estrategias metodológicas explícitas, incidir en la familia, mediante la socialización primaria; en la escuela, que tiene el papel de la socialización secundaria y formación integral; en la sociedad y sus matrices culturales, especialmente en las transferencias tecnológicas; y en los lenguajes, esto es, lo que decimos y callamos, lo que permitimos y modelamos.
En el ámbito general, el endograma es una propuesta proactiva de humanización, de la mano de una propuesta comunicativa-educativa: la asertividad. En lo particular plantea el respeto a sí mismo y a los demás (tolerancia). Enseña a ser directo: saber decir; ser honesto, justo, tener control emocional, saber escuchar, ser positivo, saber dialogar: no imponer, negociar; utilizar lenguaje no verbal, y propugnar y aplicar la armonía en todas sus dimensiones.
¿Es posible intentar una educación que cree endogramas? (O)