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El Telégrafo

El fin del mundo

18 de enero de 2012

¡Ya viene en  2012 el fin del mundo: los mayas lo profetizaron!

Ojalá se dé el fin del mundo que conocemos para que nazca el mundo que anhelamos. El fin del mundo de la miseria  donde todavía sobre nuestro planeta 2 personas sobre 3 no comen como es debido. El fin del mundo de la corrupción que sigue campante entre nosotros. El fin del mundo del racismo contra los indígenas y los negros. El fin del mundo religioso de la discriminación donde las mujeres no pueden ser sacerdotes, los sacerdotes católicos no pueden estar casados, las causas de los pobres no son las causas de las iglesias que se reclaman de Jesucristo. El fin del mundo gringo que no puede sobrevivir si no arma guerras asesinas, invade países y siembra bases militares por toda América Latina para quedarse con el control del petróleo y de las materias primas compradas a precio de gallinas robadas. El fin del mundo de Israel que no deja de invadir Palestina y quiere bombardear a Irán. El fin del mundo de las finanzas controladas por unas 3 familias norteamericanas que organizan las caídas de los gobiernos europeos y la carnicería de los lobos de las multinacionales para que se coman entre sí. El fin del mundo del egoísmo suicidario, del individualismo tenaz, del consumismo desenfrenado, de la destrucción inmisericorde de la naturaleza, de la insolidaridad humana… ¡Bienvenido el fin de estos mundos que nos van deshumanizando poco a poco!

Los especialistas en descifrar los calendarios mayas nos aseguran que en este año 2012 se pueden dar cambios sumamente importantes en nuestro planeta Tierra porque se están renovando y acumulando las energías cósmicas en favor de los humanos… si sabemos aprovecharlas, si entramos en el “Bien Vivir” y el “Bien Convivir”. No faltan las iniciativas pequeñas y grandes por todo el globo, nuestra casa común, nuestro único hogar, nuestro bello planeta azul.

Depende de cada una y cada uno de nosotras y nosotros que termine el mundo que no queremos, si construimos nuevas relaciones con uno mismo, con los demás, con la naturaleza, hechas de dignidad, de fraternidad y de comunión. Ya lo anunciaba el profeta Isaías hace 15 siglos: “Harán arados con sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas… El lobo habitará con el cordero, el ternero comerá al lado del león, el niño de pecho jugará sobre el nido de la víbora...”. Aportemos nuestros granitos de arena al advenimiento del mundo nuevo, cuyo sueño y exigencia están inscritos en lo íntimo de nosotras y nosotros.

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