En medio de tanta ‘mala noticia’ que, a diario, emite Teleamazonas llegó una ‘buena’: la salida del aire de La pareja feliz. Es sin duda un motivo de felicidad para las familias ecuatorianas. Y lo es porque era un programa lleno de prejuicios; machista, sexista y discriminatorio, como bien determinó incluso el análisis realizado por la Supercom.
Y no se trata de censura ni autocensura, como ya algunos pretenden hacernos creer. Y peor de miedo a la Ley de Comunicación o a una nueva sanción por parte de la Supercom. Se trata de incapacidad para producir un buen programa, en el cual el humor no sea sinónimo de insulto al otro, sino que divierta y entretenga. Una buena comedia siempre será bienvenida y gozará del favor de las audiencias.
Cuando apareció La pareja feliz, en este mismo espacio, en febrero de 2011, es decir mucho antes de la expedición de la ley, había manifestado que todos los programas que derivaron de Vivos están repletos de alusiones sexuales. Las mujeres en minifalda y senos al aire son suficiente para que cada sketch tenga frases de doble sentido y en donde no hay línea en la cual no se reflejen los prejuicios machistas, sexistas y homofóbicos. Existe una total falta de creatividad, de manejo de esa herramienta tan cercana y, sin embargo, tan compleja, el humor, que nos permita -incluso- construir una nueva forma de entender lo nacional.
También surgen argumentos como: “es lo que a la gente le gusta” y por eso tiene alto rating. Argumento perverso. En verdad es lo que la televisión nacional le ha dado a la gente durante décadas. Lamentablemente, la producción nacional de programas de humor es de pésima calidad. El hecho que se emitan desde hace años no quiere decir que sean buenos programas. Por el contrario, ratifican su mediocridad.
Lo cierto es que La pareja feliz no es el único programa al aire con ese tipo de contenidos. El combo amarillo, Secretarias, ni digamos Mi recinto y todos sus derivados. Y es más, Te tomaste la noche, de Gamavisión, es igual. O peor. El hecho de que hayan cambiado al ‘Pato’ Borja por la ‘Vecina’ no lo convierte en un buen programa. Otra vez, todo lo contrario; es un pésimo programa que solo busca rating, sin importar la calidad y ni siquiera los mínimos niveles de responsabilidad ética y cultural.
Han surgido, frente a la escasa creatividad, programas en donde lo único que se hace es contar ‘cachos’. Facilismo total. Canela lo hace como recurso ‘populista’ para captar audiencias. Y lo mismo está haciendo ahora Teleamazonas. Aunque a decir verdad, este facilismo viene de la radio. Tengo una radio, y todo el día me pongo a contar ‘cachos’. Y listo el pollo, como diría el humorista Carlos Michelena.
Ya es hora de asumir, con talento, con voluntad y decisión, la responsabilidad de producir programas de humor con calidad. Pero no olvidemos que no hay humor sin pensamiento y crítica. Tal es el caso de Evaristo, que no necesitó recurrir al sexismo y al machismo, simplemente fue auténtico y, por tanto, corrosivo y crítico. Ese humor que buena falta le hace a la televisión nacional.