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El Telégrafo

Dile sí a la verdad y no a Supercines

16 de agosto de 2013

En verdad indigna y molesta. La decisión provocó el inmediato rechazo de todos quienes creemos en la democracia, en la libre circulación de las ideas y en la necesidad de conocer siempre la verdad histórica. Aquella que no puede permanecer oculta eternamente porque constituye el germen de la impunidad.  

La decisión de la cadena Supercines, del grupo El Rosado, de  no permitir la exhibición del documental  “La muerte de Jaime Roldós”, de Manolo Sarmiento y Lisandra Rivera, es sin duda un descarado acto de censura.  

El argumento para esta  decisión es que el documental tiene alusiones políticas muy fuertes sobre el expresidente Febres-Cordero. Argumento absurdo. De ser así, tampoco se habría podido exhibir el documental de María Fernanda Restrepo “Con mi corazón en Yambo”, puesto que tiene alusiones aún más fuertes sobre el mismo Febres-Cordero y otros exmandatarios.

Por esto precisamente es peligroso este acto de censura. Se pretende impedir el derecho de los ecuatorianos a conocer la verdad. Y no hay nada más sano para una democracia que construirla sobre la base de esa verdad. Sea cual sea.

La cadena  Supercines controla de modo exclusivo la exhibición en diez ciudades del país. De ahí que este hecho debe servir para que, al fin, se pueda normar y regular la exhibición de cine nacional en las pantallas grandes del país, puesto que la propia Constitución de la República garantiza la libre circulación de productos culturales.

En buena hora el país tiene ya mecanismos a través de los cuales se pueden implementar, como existen en una gran cantidad de países, las denominadas cuotas de pantalla para el cine nacional, más aún cuando, como asegura Jorge Luis Serrano, viceministro de Cultura y Patrimonio, “ya ha nacido la industria cinematográfica nacional”.  En los últimos seis años, a partir de 2008, el Gobierno Nacional ha entregado más de 8 millones de dólares a través de los fondos concursables del Consejo Nacional de Cine, Ministerio de Cultura y Patrimonio, fondos Ibermedia y coproducciones. Y es justamente este aporte el que ha dinamizado la producción cinematográfica ecuatoriana. Nunca antes se produjo tanto cine como en estos seis años: 65 estrenos nacionales.  

La nueva Ley de Comunicación también contribuirá a dinamizar aún más el cine nacional, ya que establece que los canales nacionales deberán invertir hasta un 5% de su facturación del último año en la adquisición de los derechos de exhibición en televisión de largometrajes, con lo que se espera se puedan estrenar cada año 12 películas nacionales.

De todos modos, este acto de censura ha provocado un creciente interés del público por ver el documental. No solo porque se nos ha querido ocultar la verdad, sino porque se guarda un buen recuerdo del primer presidente elegido luego del fin de las dictaduras.  Así, seguro las salas de cine estarán llenas y todos, y no solo sus hijos, exigiremos una investigación seria que determine si la muerte de Jaime Roldós, su esposa y su comitiva, fue un accidente o un asesinato.

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