Se llama sigatoka negra. Un nombre provocador para un hongo que puede afectar hasta el 80% o 100% de las plantaciones de banano. “Ecuador hace un ciclo por mes de fumigación contra sigatoka negra. Lo que recomendamos nosotros, como Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Ecuador, es que utilicen un producto diferente por mes, porque, si no lo hacen, se crea resistencia”, señaló Byron Moyano, investigador en técnicas agrícolas. Sin embargo, en este lugar también se desarrolla otro proyecto de biología molecular, aplicado al banano, una fruta que cuando se trata de la variedad Williams no tiene semillas. Aunque el banano cultivado en Ecuador no es el caso, en otros países existen plantas que son inmunes a la sigatoka negra. En  2008 iniciaron el proyecto que ha permitido unir los genes de las variedades llamada Calcuta y Tuu jia, resistentes a la sigatoka negra, con el banano Williams que se cultiva en Ecuador. Ahora tienen una refrigeradora llena de envases de vidrio, que contienen las plantas genéticamente modificadas. En 2006 salió una publicación de unos holandeses que han acuñado la palabra sisgénicos. ¿En qué se diferencian de los transgénicos? “Se aplica la misma metodología de transformacion genética, tienes que emplear las herramientas moleculares para insertar los genes. La diferencia es que en un transgénico puedes meter genes de una bacteria en banano, de un animal a otra planta, es decir,  genes de una especie a otra. La palabra sisgénico significa que se usan genes de una especie en variedades de la misma especie”, explicó Efrén Santos, PhD y jefe de Biología Molecular en la Escuela Superior Politécnica del Litoral. “Hay plantas transformadas. Vamos a hacer la prueba para ver si son resistentes. Tenemos que hacer el ensayo en invernadero, controladamente se les pone la enfermedad y vemos el desarrollo”.  A esta investigación aún le faltan muchas etapas y descubrimientos para saber si existirá un banano resistente a la sigatoka negra que pueda ser liberado al ambiente. Los fondos son estatales, cuando hayan finalizado todos los experimentos necesarios tendrán que repartirse las ganancias entre la universidad y el Estado. “Hay publicaciones científicas donde se explica que los sisgénicos no deben tener un tratamiento tan estricto como los transgénicos al ser liberados”, comentó Santos. “Estados Unidos está sembrando transgénicos desde los 90 y nosotros, en teoría, aunque no estemos sembrando, estamos consumiendo transgénicos. Todo lo que se importa a Ecuador de Estados Unidos y Argentina, que sea maíz y soja, el 95% de lo que venga es transgénico, en harinas y productos elaborados, desde hace 15 años”. Aunque la sigatoka negra, una plaga de los 60, representa un peligro real para la producción de banano en Ecuador, existen también otras formas de evitarla. Moyano indicó que es posible  utilizar otras alternativas, que ya las emplean quienes realizan agricultura sin comprar agroquímicos fertilizantes:  “Por ejemplo, el BIOL  nutre la planta para que esté fuerte y no tenga enfermedades; además, tiene propiedades fungicidas. No tiene elementos químicos artificiales. Lo hacemos con estiércol de vaca y elementos biológicos”. Prohibidos en Europa Actualmente están prohibidos los transgénicos en 9 países de Europa:  Francia, Alemania, Austria, Grecia, Luxemburgo, Irlanda, Polonia, Hungría o Italia. La razón es porque se los ha relacionado con enfermedades como el cáncer (específicamente se involucra a la empresa Monsanto). El estudio más reciente, ejecutado por la Universidad de Caen, será analizado por el Gobierno francés. Si  los resultados son concluyentes, París pedirá su prohibición “a nivel europeo”. La duración del estudio, de dos años, es muy superior a los tres meses que tomó como referencia Monsanto para presentar sus conclusiones cuando solicitó la autorización para comercializar el producto. En ese sentido, el doctor Joel Spiroux, coautor del estudio galo, explicó al diario Libération que fue a partir del cuarto mes cuando descubrieron elevadas tasas de mortalidad y aparición de tumores en las ratas de laboratorio. El maíz que comieron las ratas es el  NK-603. Manteniendo las mismas prohibiciones que Europa, la Constitución nacional establece que los ecuatorianos, en su mayoría, decidieron declarar al Ecuador libre de cultivos y semillas transgénicas. Solo podrían  introducirse en caso de interés nacional  debidamente fundamentado  y también deben tener la aprobación de la Asamblea Nacional.