Vive en pareja y no le gusta el frío. Sus sobrevuelos son cortos. Responde a diferentes nombres: mosquero cardenal, titiribí pechirrojo, pájaro brujo. En el continente es conocido como Pyrocephalus rubinus. Migró a diferentes regiones de Ecuador, incluso a las Galápagos. Un estudio del investigador Ore Carmi, de la Academia de Ciencias de California, plantea que existen 2 especies del pájaro brujo de Galápagos: Pyrocephalus rubinus nanus y Pyrocephalus rubinus dubius. El primero habita en más de 10 islas del archipiélago y el segundo,  únicamente, en San Cristóbal. El rubinus dubius se extinguió. La investigación agrega que fue reportado por última vez en 1987, sin embargo, la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) señala que estos datos no son concluyentes, pues el estudio se basó en el análisis molecular de dos muestras.  Birgitt Fessl, coordinadora del programa de aves terrestres de la Fundación Charles Darwin, detalla que hay registros del pájaro brujo de San Cristóbal hasta 2008 (observaciones de guardaparques). “No hay estimaciones poblacionales en San Cristóbal. Los guardaparques de la isla recuerdan que era frecuente en los 70 y 80”. En 2010 y 2015 se realizaron conteos de los pájaros terrestres en esta isla y no se encontró el brujo. “No hay en la parte alta. Sin embargo, en San Cristóbal, de 558 km2, en las zonas secas de difícil acceso no se hicieron censos”. David Anchundia, investigador de la fundación, estima que las especies que llegaron a Galápagos tienen parientes en Centroamérica. Arribaron hace 1.000 años, cambiaron y se formaron nuevas especies. Según Fessl, DPNG hará en octubre un censo de tortugas terrestres y una búsqueda del pájaro brujo. “Tenemos esperanza de encontrarlo...”.   Asimismo, la DPNG aclaró que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza mantiene que la Pyrocephalus rubinus es la única especie registrada en las Galápagos y su estado poblacional se encuentra bajo la categoría de preocupación menor. (I)