Han pasado 4 años desde que Satya Amani nació. Hasta la fecha- su nombre no consta en el Registro Civil ecuatoriano. La razón: tiene dos mamás y la ley vigente únicamente permite inscribir a un menor que lleve el apellido de un hombre y el de una mujer. Solo si la progenitora es madre soltera se admite que el infante tenga los 2 apellidos de la madre, pero ese no es el caso. Satya Amani llegó al vientre de su mamá Nicola Rothon a través de una inseminación artificial realizada en una clínica de Quito. Cuando se ejecutó el proceso, Rothon mantenía una relación con Helen Bicknellsu, su pareja hace 16 años hasta la actualidad. Además, las mujeres ya reconocieron su unión de hecho en Inglaterra. Días después del nacimiento de la niña, la pareja de lesbianas quiso inscribirla como su hija, pero no lo logró. El pasado martes (4 años después) las dos mujeres inglesas acudieron hasta la Corte Constitucional de Justicia para continuar con el proceso legal que les permita reconocer a su hija. Después de la audiencia se dictaminó que las partes procesales tienen 72 horas para argumentar lo que expusieron durante la diligencia. Luego, la decisión de la jueza pasará al pleno de la Corte Constitucional y allí se emitirá un dictamen definitivo. Ayer, durante la rendición de cuentas de la Defensoría del Pueblo, Ramiro Rivadeneira, titular de esa entidad, aclaró que el caso de Satya no es un tema de adopción, pues la Constitución nacional prohíbe que una pareja homosexual adopte. “Se trata de un tema de maternidad asistida biológicamente y de reconocimiento de seguridad jurídica. Si la mamá biológica muere, la niña quedaría desamparada, si no, no se registra a otro familiar”, dijo. Rivadeneira agregó que en Ecuador (tradicionalmente) quienes forman una unión de hecho pueden reconocer a los hijos de su pareja sin que nadie pregunte si es el padre o la madre biológica o la petición de una prueba especial. “Esto no ocurre con las parejas homosexuales, eso hay que cambiar”. (I)