Su blusa azul y pantalón negro de cadera dejaban al descubierto su abdomen. Su cabello rubio, largo y rizado en las puntas se movía mientras decoraba apresurada un camión con una plataforma trasera. Muchos transeúntes la interrumpían a la alta mujer trans para solicitarle una foto, y ella, con una sonrisa, accedía. Dominaba muy bien sus altos tacones azules cuando caminaba de un lado a otro para organizar a la gente que, desde las 14:30, llegaba a la intersección de la avenida Amazonas y Luis Cordero para participar de la Marcha del Orgullo LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Transexuales, Travestis e Intersexuales). Es Titi Flores, presidenta de Silueta X Quito, y el sábado, junto a cientos de personas de todas las edades desfiló por las calles de la capital solicitando respeto a la comunidad LGBTI. “Alerta, alerta, que camina una sociedad que no discrimina”, “respeto a las diferencias”, “qué queremos, igualdad”, fueron algunas de las frases que los marchantes gritaban. Muchos caminaban al ritmo de los tambores y los pitos, mientras movían las banderas de los colores del arcoíris. Era una gran fiesta en la que se celebraba la diversidad y en la que participaron niños y adultos. “Queremos demostrar que nosotros también somo seres humanos, todos somos iguales y tenemos derecho a elegir al igual que los demás”, dice Kosakura quien caminó acompañada de su prima Naomi Crow, ambas son travestis y prefieren no dar sus verdaderos nombres. Los vestidos llenos de color y lentejuelas, tacones, pelucas y maquillaje acentuado predominaron en varias de las participantes. Las muestras de amor entre las parejas homosexuales también estuvieron presentes. Risas y alegría es lo que se observaba a lo largo de la marcha que no se detuvo pese a la lluvia. Evelyn Madona, una mujer trans perteneciente a la Asociación Alfil, marchó con un atuendo de guerrera. Dice estar orgullosa de ser LGBTI y solicita respeto e inclusión de esta comunidad dentro de la sociedad. “Las chicas trans somos unas guerreras, unas luchadoras. Estamos aquí porque buscamos unidad, unidas podemos hacer muchas cosas”, dice la esbelta mujer y agrega que las minorías siempre son las más marginadas, espera que eso cambie. Efraín Soria, representante de la Fundación Equidad, mencionó que el evento se lo preparó con diversas organizaciones a favor de los derechos de la comunidad LGBTI como la Organización de Mujeres Lesbianas y la Asociación Alfil. Además, tuvo una inversión de alrededor $20.000, dinero que se consiguió gracias a la colaboración de entidades públicas y privadas. Sin embargo Ángel Escobar, representante del colectivo Cultura y Diversidad, aseguró que el costo de la organización del evento fue de $5.000. Indicó que dicho grupo, que forma parte de la Mesa Representativa LGBTI del Distrito Metropolitano de Quito, fue el encargado de todos los preparativos. A través de la Secretaría de Inclusión Social del Municipio -explica Escobar- solicitaron ayuda a la Unidad de Movilidad Humana del Gobierno de la provincia de Pichincha, quienes a través de un proyecto de cooperación internacional que mantienen con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), pudieron destinar $ 4.000 para la tarima, la iluminación y el sonido usados en la fiesta solidaria LGBTI. Además, la Agencia de Cooperación del Sistema de Naciones Unidas (ACNUR) destinó $1.000 para las impresiones de gigantografías y el pago de la tasa de SAYCE de la Sociedad de Gestión de la Propiedad Intelectual de Músicos y Autores del Ecuador por el uso y retransmisión de piezas artísticas musicales. “En total la cifra que logramos canalizar fue de $ 5.000. (…) Tanto el Gobierno de la provincia de Pichincha, a través de su Unidad de Movilidad Humana, y Acnur contrataron directamente a los proveedores, ninguno de los fondos pasaron ni por la Mesa LGBTI ni por los productores”, menciona Escobar. La marcha, que inició a las 15:00 y finalizó en la plaza Foch a las 18:00 con un evento artístico y musical, es un acercamiento a lo que es la cultura LGBTI para que la gente pierda el miedo sobre quiénes son las personas homosexuales, explicó Soria. “Cambiar la forma de pensar de la gente es difícil, nos va tomar algunas generaciones, pero hemos avanzado porque las personas han comenzado a cambiar, las generaciones jóvenes tienen la mente más abierta, a veces son los viejitos a los que les cuesta más, pero también tenemos muestras de afecto de personas de la tercera edad que son muy solidarios”. Para Flores, actualmente se han hecho varios avances a favor de la comunidad, sin embargo, dice que aún queda mucho trabajo por hacer para que Ecuador sea una sociedad más inclusiva. “Hemos logrado con el actual Ejecutivo que las chicas trans como yo podamos votar en la fila de mujeres, cambiar nuestro nombre en la cédula, ya podemos tener nuestro nombre de mujer”. {unitegallery orgullo_02_07_16} Titi es una de las que encabezó la marcha. No pasa desapercibida aunque dice que está un poco desarreglada debido a todo lo que tenía que organizar. Juntos a sus compañeros y compañeras grita diversas consignas a favor de los derechos de su comunidad. Dice que espera que la discriminación termine. Sandra Álvarez, representante de la Mesa Representativa LGBTI, un conglomerado de organizaciones de la sociedad civil vinculados con el apoyo de la Secretaría de Inclusión Social del Municipio de Quito, menciona que en Ecuador las víctimas de agresiones, los crímenes de odio y las fobias a los LGBTI, son una constante. “Ya es suficiente de escondernos por ser diferentes, por haber optado amar a una persona de nuestro mismo sexo. El amor no es un crimen, mientras sea considerado como tal, nosotros y nosotras seguiremos en las calles porque somo seres humanos, lo único que nos diferencia son los gustos. Aquí estamos y no somos fenómenos ni criaturas extraterrestres, somo tan iguales como todas y todos”, dice Álvarez. Según César Mantilla, secretario de Inclusión Social del Municipio de Quito, en establecimientos públicos y privados más del 50% de personas LGBTI han sido discriminadas. Representantes de la Agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, también participaron en la marcha por la reivindicación de los derechos de la población LGBTI. Según Ana Paola Rodríguez, oficial de programas Acnur en Quito, existen refugiados que pertenecen a esta comunidad. Explica que estas personas sufren 3 tipos de vulneraciones en sus derechos: por ser extranjero, por haber sido forzado a salir de su país y por ser LGBTI.   “Hemos querido manifestarnos para que ellos sientan nuestro apoyo y que estamos aquí justamente para ayudarles en la exigibilidad de sus derechos”, dice Rodríguez.Explicó además que para la Organización de las Naciones Unidas es fundamental la defensa de toda la Declaración Universal de los Derechos Humanos, “todas las personas estamos para ser libres e iguales”. La marcha formó parte de la celebración del Día Internacional del Orgullo LGBTI que se conmemoró el pasado 28 de junio. (I) Marcha #OrgulloLGTB2016 @el_telegrafo pic.twitter.com/E7YAHonP5Q — Verónica Endara (@VeritoEndaraC) 2 de julio de 2016