La investigación inició el 3 de agosto de 2015. Diez meses después la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt) reveló el ranking de países biopiratas de los recursos genéticos de Ecuador y una lista de las principales especies con las que se desarrollaron invenciones protegidas por patentes y solicitudes de las mismas. Entre el registro de flora consta la planta acuática pleuropetalum darwini, usada para la conservación de células; el tomatillo de Galápagos, empleado para el tratamiento de plagas y que cuenta con 21 patentes por parte de Israel, entre otras especies (ver infografía). Indira Black, docente de la carrera de Ingeniería Ambiental en Prevención y Remediación de la Universidad de las Américas (UDLA), explicó que en el país hay tipos de flora que, además de contener propiedades que ayudan a desarrollar un beneficio para el ser humano; también cumplen un importante rol en la naturaleza. Un ejemplo de ello es el algodón de Darwin, una especie endémica de las islas Galápagos, la cual es utilizada por las aves -especialmente por los pinzones y otros pájaros pequeños- para la construcción de sus nidos. Los pinzones de Darwin es el nombre con el que se conoce a 14 especies diferentes pero estrechamente relacionadas, que Charles Darwin descubrió en el archipiélago y usó para la elaboración de su teoría de la evolución de las especies. Según el primer informe de biopiratería que difundió la Senescyt la semana pasada, el algodón de Darwin es usado para tratar las plagas pues cuenta con características resistentes a ellas. Aunque se desconoce el estado poblacional de las especies usadas en invenciones protegidas por patentes, la docente universitaria señala que todas las especies, tanto nativas como endémicas cumplen un rol ecológico primordial. “Se encuentran en un determinado lugar gracias a procesos de sucesión y evolución, lo que implica la adaptación de ellas al ambiente (condiciones climáticas y otras especies)”. Por ello, su reducción poblacional o desaparición pueden causar impactos en las comunidades biológicas en las que se desarrollan. El informe también indicó que a escala nacional no existen referencias anteriores sobre la identificación y el monitoreo de los recursos genéticos endémicos derivados de la biodiversidad nacional que terminaron en invenciones protegidas a través de las patentes. Tampoco registró trabajos previos de investigación que permitan determinar la existencia de autorizaciones del Estado para el acceso a recursos genéticos endémicos del Ecuador. “De allí, la importancia de realizar una investigación que permita monitorear sobre la obtención de patentes y acceso a la biodiversidad del Ecuador”, señaló Hernán Núñez, director del Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual. (IEPI). Para blindarse ante la biopiratería, en 2011 en el país entró en vigencia el Decreto Ejecutivo 905, que estableció el Reglamento Nacional al Régimen Común sobre Acceso a los Recursos Genéticos. La normativa busca la conservación de la diversidad biológica, promover la utilización sostenible y facilitar la participación equitativa en los beneficios que se deriven del material genético. También se creó la Unidad de Acceso a Recursos Genéticos, que está a cargo de la Dirección Nacional de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente. Ahí se incluyen expertos en biología, genética y asesores legales que se encargan de analizar cualquier pedido formal. A esto se le suma el impulso que las instituciones de educación superior buscan darle al Código Ingenios para establecer los derechos relativos al acceso, uso, aprovechamiento de la biodiversidad y los conocimientos tradicionales. (I)