Entre enero de 2008 y diciembre de 2015 se firmaron 846 convenios con prestadores privados que alcanzaron al menos los $3.269 millones. Para 2016 se contempla una reestructuración del instituto para ampliar la cobertura médica. Dos exdirectivos consideran que se debió contratar mejor; otro defiende su gestión de 5 años y el actual plantea una revisión de todos los contratos suscritos. Rubén Flores / de febrero de 2008 a mayo de 2008 "Se pudo conseguir una mejor negociación" Foto: Fernando Sandoval / El Telégrafo ¿Es correcta la decisión del Gobierno de cambiar el modelo de gestión del IESS tras 9 años? Esta visión que tiene el Presidente es la correcta. Con los recursos que tiene la Seguridad Social  se puede hacer esa inversión y se puede garantizar realmente un ejercicio mucho más eficiente con inversión propia y con costos diferentes. ¿Usted estuvo de acuerdo con la firma de convenios con prestadores externos de salud? Nunca  lo vi adecuado, inclusive me opuse a una negociación en términos de que no había, digamos, todos los elementos de transparencia para garantizar la compra. Se compró luego, justamente, el hospital en el norte (de Quito). Claro, se resolvía un problema urgente en términos de la atención médica a los afiliados. Sin embargo, me parece que se podía haber logrado una mejor negociación.     Durante su gestión se realizó el histórico pago de parte del Estado Central por la deuda que mantenía con el IESS (cercano a los $888 millones). ¿Por qué no se invirtieron esos fondos en la construcción de hospitales para evacuar las consultas? ¿O cree que la siguiente administración -que duró 5 años- no aprovechó esa oportunidad? La idea era justamente invertir esos recursos en todo este proceso de fortalecimiento y consolidación del tema del sistema de la Seguridad Social (..) pero se priorizaron otras cosas (en la administración de Ramiro González). Se priorizaron otro tipo de negocios que realmente le daban un desarrollo importante a la consolidación  del tema del déficit actuarial, pero que tampoco funcionaban. Recuerde todo el monto de fideicomisos para la inversión en construcción. Con excepción del que se hizo con el Municipio de Quito, dígame qué otro fideicomiso de esos realmente funcionó. Y ahí nuevamente había una estrategia que no era, digamos, la estrategia de consolidar y solucionar los problemas estructurales que tenía el país y el sistema de Seguridad Social. Las nuevas directrices dadas por el Presidente con respecto a la gestión son un primer paso, pero no lo pueden ser todo. ¿Qué más se tiene que hacer al interior del IESS? Yo creo que la infraestructura es importante, pero sobre todo el tratamiento a los afiliados con dignidad. Creo que es fundamental, y ahí tú requieres entender que hay el mandato de resolver una serie de necesidades que tienen que ver no solo con la salud, sino con el tema del desempleo, con el tema de la jubilación, con el tema de una serie de servicios que son fundamentales. Hay que garantizar en el futuro buenos servicios para quienes han aportado durante 30-35 años de trabajo. Y me parece que esa visón de poder, esa visión cortoplacista de tener plata y liquidez en el momento -digamos son $200 millones o $240 millones mensuales que le ingresan al Seguro- sacrifica la visión de mediano y largo plazo.   ¿Qué se hace con los convenios con prestadores externos y con las personas que estuvieron detrás de estos contratos? Hay que garantizar la trasparencia. Yo creo que hay que exigir un rendimiento de cuentas. Creo que para eso existen los mecanismos de control y los mecanismos normativos suficientes y hay que garantizar unas auditorías que nos transparenten. También hay que sancionar justamente la mala gestión.  En mi gestión particular, después del Seguro Social, yo he estado en el Municipio de Quito 5 años, como administrador general y tengo ya más de 70 auditorías realizadas. Por supuesto, como funcionario público me tocaría asumir si es que hubiera una responsabilidad de una mala gestión. Ramiro González / de junio de 2008 a abril de 2013 "No es que se les ha regalado la plata" Foto: Marco Salgado / El Telégrafo En su administración comenzó el galopante crecimiento de cobertura, inclusive de los hijos de los afiliados... Había que cumplir con una ley que ya estaba vigente -no es que yo la he puesto- para que se atienda a los hijos hasta los 18 años. Fue el propio presidente de la Asamblea, el presidente Fernando Cordero, quienes aprobaron eso. ¿Y usted estaba de acuerdo con esa decisión? Por supuesto. Yo creo que hasta el Presidente (Rafael Correa) estaba de acuerdo porque, obviamente, universalizar la seguridad social abarcaba a todos. Es un principio constitucional. Cubrimos a los hijos de los afiliados, pero no teníamos la capacidad como para atender la demanda. ¿No hubo un desfase? Esa no es la razón. La razón fundamental es el número de jubilados que se ha incrementado y el número de afiliados que se duplicó. Y obviamente no se siguieron haciendo los hospitales que yo dejé listos. Por ejemplo, uno de los periódicos de hoy dice que en el hospital del norte de Guayaquil solo hemos puesto la primera piedra. Mentira. Se dejaron listos hasta $8 millones en fideicomiso. Se dejó todo listo para que se comience a construir, pero llegó el señor Cordero, con la enemistad que me tenía, y paró absolutamente todo. Entonces, eso ya no es mi responsabilidad. Si usted dice que repotenció el servicio de salud, ¿por qué durante su periodo se fueron hasta triplicando los convenios con clínicas? ¿Se privatizó la atención? No, no, no, no, eso es absurdo. ¿Sabe quién dio la idea de esto? El presidente de la República. Y si quieren culparlo de privatizador es a él a quien hay que culpar (...) ¿Sabe cuál fue el tema? No se pagó la salud por parte del Estado para la atención de los jubilados y para la atención de las enfermedades catastróficas, que yo cobré todos los meses (...) Ahora no pagaron y actualmente la deuda es de 1.800 millones. ¿Cómo fue su relación con la asociación de clínicas privadas durante su administración? Muy buena. Nosotros formamos los auditores médicos (...) y después el señor Cordero los botó a todos, a todos (...) Nosotros no teníamos ningún problema con las clínicas (...) después viene el descalabro cuando botan a todos los auditores y no hay auditores para controlar las cuentas de las clínicas. Lo que alarma a los afiliados del país es el  aumento descomunal en pagos a clínicas privadas... El Ministerio de Salud, al ser el órgano rector, hizo el tarifario médico, algo que hicieron con nosotros y de ahí nosotros le bajamos un 10% (...) Entonces no es que se les ha regalado la plata a las clínicas privadas (...) El problema aquí es el Ministerio de Finanzas que no pagó los $1.800 millones para cubrir el fondo de salud. Ahí radica el problema fundamental de la Seguridad Social. ¿Por qué los otros presidentes del directorio del IESS apuntan a su administración cuando se habla del problema de las derivaciones? Porque ellos no han tenido resultados, no han podido con la Seguridad Social; ninguno.Richard Espinosa denunció supuestos actos de corrupción en su administración vinculados a una clínica en Sucumbíos. ¿Responderá legalmente?   Mire, yo no peleo con recaderos. Yo no soy para eso. Hasta ahora no ha podido probarlo, porque si él dice que hay actos de corrupción lo que debe hacer es ir a la justicia. Pero yo con recaderos no peleo, yo no voy a perder mi tiempo con recaderos. (I) Fernando Cordero / de mayo de 2013 a marzo de 2014    "Aún a la medicina se la considera como negocio" Foto: John Guevara / El Telégrafo El objetivo ahora es reducir las derivaciones de pacientes a proveedores externos. ¿Qué le parece esta propuesta? La línea de reducir las transferencias al sector privado es obvia, porque -además- en el sector privado nosotros no controlamos todo (...) Lamentablemente, todavía en el Ecuador y en el mundo una buena parte de la medicina que se ejerce es equivocadamente considerada un negocio. Ramiro González lo acusa de haber desbaratado el equipo de auditores médicos del IESS... Los únicos médicos que salieron fueron apenas aquellos que se jubilaron.  Nosotros llegamos a tener en el período que estuve en el IESS, por primera vez, 9.905 técnicos en salud frente a 9.700 en personal administrativo. Es decir, por primera vez más médicos y paramédicos que personal administrativo (...) En el IESS cuando había que renovar unos contratos -y más nos faltaban médicos, enfermeras, tecnólogos- no  volvimos a contratar, me parece, a 1.100 personas y al IESS no le pasó absolutamente nada.    Cuando estuvo al mando del IESS, ¿qué hizo para regular el tema de las derivaciones de pacientes? Hicimos una cosa que no podíamos dejar de hacer, es decir hay clínicas y hay ‘clínicas’. Entonces habían unas que funcionaban maravillosamente y con las que en definitiva no teníamos ningún problema, entonces les podíamos pagar hasta el 90% cuando nos presentaban las facturas, y ese 10% quedaba para una evaluación. Habían otras que nos estaban metiendo documentos que eran de dudosa credibilidad y en definitiva a esas les pagamos el 70%, el 65% o el 60% (...) Mientras más verídicos eran los documentos, mientras más a tiempo los presentasen, ellos estaban cerca de 90%. Siempre nos reservábamos un 10% que sería un límite tolerable de documentos que se podían o no admitir porque además la auditoría es siempre posterior; no es una auditoría concurrente. ¿Qué debe hacer de ahora en adelante el IESS con respecto a los convenios con las clínicas privadas? Justamente a raíz de las auditorías, nosotros fuimos revisando de una en una las relaciones público-privadas, es decir había que ir quedándose con los que nos podían dar el mejor servicio, con la máxima calidad, al precio justo. ¿Hay que hacer una purga, entonces? Eso no puede parar nunca. (...) Igual la lucha contra la corrupción es sin miedo y sin necesidad de hacer escándalos mediáticos. (...) No es una relación que signifique enfrentamiento público-privado; a mí me parece que hay que transparentar lo máximo que se pueda las diferencias entre lo público y lo privado. (...) Lamentablemente, no tenemos todavía capacidad operativa y no estoy seguro de que con la construcción de todos estos hospitales y centros de salud vamos a eliminar la relación público-privada. La vamos a reducir, pero en el fondo creo que más que preocuparnos dónde se atienden nuestros pacientes es que se atiendan bien, al precio justo y que eliminemos del país el concepto de salud como negocio. Ramiro González afirma que tiene una enemistad con él y lo acusa de la problemática del IESS. ¿Qué respuesta le da? Cuando hay búsqueda de notoriedad y cuando se quiere, con afirmaciones improvisadas, provocar, a mí me enseñaron dónde poner la basura. Si quiere el señor González o cualquiera transparentar nuestras gestiones, yo no he puesto candado a nada (...) Yo no tengo dolores de conciencia, yo tengo en paz la conciencia, los que tienen dolores de conciencia buscan culpables ajenos, yo no voy a caer en provocaciones de un autocandidato. (I) Víctor Hugo Villacrés / abril de 2014 a marzo de 2015 "Solo se abrió el grifo y más clínicas se afiliaron" Foto: Archivo / El Telégrafo ¿En su paso por el IESS qué pudo detectar sobre el modelo de gestión de la entidad y sobre los contratos con las clínicas privadas? Si usted hace un análisis histórico va a tomar en cuenta que la cantidad de afiliados en  2007 que tenía el IESS era de alrededor de un millón y medio y ahora la cantidad que tiene es de 3 millones y medio de afiliados. No obstante, la cantidad de infraestructura disponible no ha crecido en la misma magnitud. Esto ha ocasionado que la demanda sobrepase a la oferta disponible en el IESS y, por tanto, el IESS, en su momento, como el año 2010, se vio abocado a esta firma de convenios con las clínicas privadas. Fue una firma que en principio debió hacerse bajo cierta regulación, con cierta normativa, debía ser aprobada por la Subdirección de Salud, con ciertos conceptos claramente estipulados y probablemente, inclusive (...) no obstante esto no ocurrió de esta manera, sino que solo se abrió el grifo y más clínicas y más clínicas se fueron afiliando  a esta posibilidad, con lo cual el IESS, en principio, lograba satisfacer la demanda de los afiliados (...) No habían regulaciones claras, se han prestado para malos entendidos. ¿Cuántos convenios se suscribieron con proveedores externos en su administración? ¿Qué hizo para regularizar esa situación? El número exacto no lo tengo a la mano, pero nosotros lo que hicimos fue iniciar un proceso de depuración de los convenios. Nosotros suprimimos los convenios con varias clínicas privadas en donde habíamos encontrado ciertos indicios de que podía haber problemas con la facturación. Entonces lo que nosotros hicimos fue empezar un proceso de regularización e, inclusive, se dejó planteada la posibilidad de que se volvieran a firmar todos los convenios. ¿Construir 4 nuevos hospitales será suficiente para evitar tantas derivaciones a las clínicas privadas? Mire, lo primero que hay que mencionar es que va a tener que ser una transición progresiva, dada la cantidad de afiliados y beneficiarios que actualmente tiene el Seguro Social. Entonces, poco a poco, conforme se vaya habilitando la nueva infraestructura -en esencia en las provincias que tenemos mayor cantidad de afiliados, que a saber son Guayas, Manabí, Pichincha y Azuay- usted va a poder ir prescindiendo de los diferentes convenios con las clínicas privadas (...) También hay que reducir costos, tanto en el tema de derivaciones como en medicamentos e insumos, probablemente con un sistema centralizado (...) Seguramente, tendremos que pensar en un cobro de aquellos beneficiarios que actualmente de manera gratuita se atienden en el IESS, hablo -por ejemplo- en este caso, de los menores de 18 años, hijos de los afiliados, que con una resolución firmada en la administración de Ramiro González, entraron sin el respectivo costo adicional. Se entregó el beneficio, pero no se adjudicó el costo. Y sobre el plan agresivo de afiliación de amas de casa que también tendrán cobertura... En el plan de afiliación de amas de casa usted tiene un beneficio que es que el Seguro vuelve a su concepto fundamental, con el que nace a finales de la década de los 20-30, en el tiempo de Isidro Ayora, que es ser una caja previsional, es decir, un fondo de pensión. Entonces, en el caso de las amas de casa no contempla el seguro de salud, sino más bien contempla al IESS como una caja de pensiones, como un fondo provisional, lo cual es correcto y creo que es lo que se debería hacer. Entonces no va a tener mayor impacto en el seguro de salud. (I) Richard Espinosa / marzo de 2015 hasta la actualidad   "Podrían reducirse (los pagos) a $ 280 millones" Foto: Archivo / El Telégrafo ¿Qué comprende este cambio de gestión al interior del IESS? Es necesario priorizar la atención a  nuestros afiliados, a nuestros pacientes en las prestaciones de salud. En mucho de los casos generando servicios de manera directa con nuestra propia infraestructura, para lo cual, por supuesto, ahí se presentó un nuevo plan de fortalecimiento de la infraestructura del IESS, especialmente en hospitales de segundo nivel y también un fortalecimiento de la red primaria de salud del IESS, en donde sabemos que podemos, haciendo una gestión eficiente, ahorrarnos mucho de los costos que nosotros estábamos destinando a unos prestadores externos. ¿Una medida que se vaya a implementar en los próximos meses? Vamos a atender los sábados y domingos. No solo en emergencia, porque hemos venido atendiendo en emergencia de domingo a domingo, sino que un sábado tiene que ser como un miércoles, un domingo como un jueves. Con eso nosotros aprovechamos al máximo nuestra infraestructura ya instalada. Esto inclusive me va a permitir reducir los tiempos de agendamiento con nuestra gente y evitar seguir creciendo tan desmesuradamente en la derivación de pacientes a las clínicas privadas. ¿Qué acción se tomará para regular el tema de las derivaciones? Estamos cambiando la modalidad de auditoría que tenemos hacia las clínicas privadas, en donde pasamos el costo de la auditoría a las mismas clínicas privadas. Se genera una muestra (para auditar) en donde si es que no encuentras ninguna novedad en un 20% se paga las prestaciones completas. Pero si  encuentras novedades -que solemos encontrar- incrementamos la muestra a un 40% y luego a un 60%. Entonces, claro, le saldría más caro a la clínica privada si es que no presenta la información, porque a la larga quien paga por la auditoría es la misma clínica.   ¿Cuál es la situación actual con las clínicas privadas? Son prácticamente $ 780 millones que se gastan en un solo año, en 2015, por prestadores externos (...) El monto que nosotros asignamos a nuestras unidades propias alcanza los $1.080 millones. Si tú te pones a ver la cifra ya mismo nos alcanzan (...) Nosotros con esos $1.080 millones alcanzamos 20’174.000 citas médicas, mientras que con los $780 millones que les pagamos a nuestros prestadores externos, nos generan 6’761.000 citas. La diferencia es de 3 a 1, entonces nos pusimos a investigar cómo así esa diferencia. Y ahí te encuentras con una novedad en donde apenas el 20% de nuestros pacientes, atendidos en nuestras unidades, presentan algún tipo de complicación médica (...) Mientras que el número de pacientes que presentan complicaciones con nuestros prestadores privados alcanza el 80%. ¿Qué irregularidades han detectado en proveedores externos? Había una clínica en Lago Agrio que antes parecía garaje, una ferretería de última categoría, y ahora, de repente, tiene un gran edificio (...) Sí hemos detectado a algunas clínicas en donde si sumas todas las horas de atención que tiene al día -porque se acreditó a una persona para ese trabajo- no le alcanzarían las horas del día para supuestamente haber realizado todas las atenciones. ¿Se están revisando estos contratos? Incluso con aquellas que no tenían irregularidad,  porque sí es importante que cumplan, por ejemplo, con los estándares de calidad (...) Yo sí creo que podrían reducirse (los pagos a clínicas particulares) de $780 millones a unos $280 millones. (I)