Se trata de una acción muy importante para el ambiente porque es un producto altamente tóxico. Las pilas y baterías de dispositivos tecnológicos pueden convertirse en residuos tóxicos. Las pilas tienen un alto nivel de contaminación por su contenido de plomo y ácido sulfúrico, que son  un peligro para el ambiente y no pueden botarse como cualquier  desecho domiciliario.   El ecologista  José Molina explica que las pilas son muy útiles, pero cuando se gastan se convierten en nocivas y peligrosas. “Una pila de mercurio podría contaminar hasta 600.000 litros de agua, cantidad que consume una familia en año y medio”. El Ministerio del Ambiente elaboró el proyecto de reciclaje ‘Ponte pilas, recopila’ con el objetivo de incentivar a la ciudadanía a depositar sus pilas usadas en los puntos de recolección autorizados  en Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato, Loja, Riobamba y Portoviejo. Miguel Yapur, ingeniero eléctrico, dice que tener pilas en un ambiente no apropiado puede provocar efectos peligrosos para la salud de las personas y el ambiente. El mercurio es contaminante; cuando se manipula puede pasar a través de la piel, llegar hasta la sangre y provocar daños irreversibles en los riñones. Lo mismo pasa con el plomo y el litio, que pueden ser dañinos para los pulmones de las personas. (I)