Unos 220.000 militares recorrerán puerta a puerta este sábado más de tres millones de hogares de Brasil para aconsejar a la población en la lucha contra el mosquito que transmite el zika, un combate al que se sumó personalmente la presidenta Dilma Rousseff y parte de su gabinete. Bajo el lema "un mosquito no es más fuerte que un país entero", integrantes de las tres fuerzas armadas se desplegaron desde temprano en todos los estados del país para distribuir folletos y dar recomendaciones prácticas de cómo destruir y evitar criaderos de Aedes Aegypti. "Mantenga el tanque de agua bien cerrado... deje las botellas con la boca hacia abajo... los neumáticos deben acondicionarse en lugares cubiertos", son algunos de los consejos que los uniformados y agentes de salud pretenden llevar los hogares en este día de movilización nacional. La presidenta Dilma Rousseff viajó a Rio de Janeiro para participar personalmente de la campaña. En la 'cidade maravilhosa', que recibirá los Juegos Olímpicos en agosto, 71.000 efectivos militares fueron convocados para golpear puerta a puerta y exhortar a los vecinos a aumentar la vigilancia. "Podemos interrumpir el ciclo de vida del mosquito con apenas algunos minutos de atención", reza el folleto distribuido por los militares, que la próxima semana acompañarán tareas de fumigación junto a funcionarios del Ministerio de Salud y más adelante llevarán su campaña a las escuelas del país. Varios ministros de Estado también se trasladaron a ciudades como Salvador, Recife, Curitiba y Porto Alegre para acompañar la tarea. Se calcula que un 70% de los focos de cría del mosquito -que también transmite el dengue, la fiebre amarilla y la chicunguña- se encuentra en los domicilios, por lo cual el combate de la población es fundamental. Brasil detectó a fines de 2015 un aumento inusitado de microcefalia -que daña irreversiblemente el cerebro y limita el desarrollo motor e intelectual de las personas- en el empobrecido nordeste del país, donde el virus zika tuvo una amplia circulación el año pasado y muchas embarazadas lo contrajeron. Según los últimos datos del Ministerio de Salud, Brasil registró entre octubre y febrero 462 casos de microcefalia -contra una media anual de 150 casos-, de los cuales 41 tienen relación confirmada con el virus zika. Otros 3.852 casos sospechosos de esta malformación congénita están bajo estudio. El zika comenzó a circular en Brasil el año pasado y puede haber infectado a un millón y medio de personas. Todavía no existe una vacuna para prevenirlo. Sus síntomas -fiebre, dolor en articulaciones, erupción en la piel, conjuntivitis- son leves y en el 80% de los casos la enfermedad puede pasar desapercibida, pero su probable relación con la microcefalia -aún por comprobarse científicamente- llevó a la Organización Mundial de la Salud a emitir una alerta sanitaria internacional. (I)