Eliminar la hoja de coca de la lista de estupefacientes, por considerarla parte de la cultura boliviana y porque en su estado natural presenta beneficios para la salud, es el objetivo que persigue el Gobierno de ese país y para lo cual desarrolla conferencias en la región. Ayer, en el Paraninfo de la Universidad Central del Ecuador (UCE), se explicó en detalle los beneficios de esta hoja, que masticada constituye un patrimonio cultural del pueblo boliviano y una práctica ancestral que expresa identidad y sobrevivencia de ese país. En el evento se recordó que el presidente Evo Morales inició la defensa internacional de la hoja de coca en 2008. Hace medio siglo la Organización de Naciones Unidas (ONU) dictaminó que el masticado de esta planta debe ser suprimido porque generaría desnutrición y problemas de salud. “Nada más alejado de la realidad que este informe lleno de prejuicios socioculturales porque el consumo de la hoja de coca no causa alteraciones síquicas, ni físicas. La hoja tiene amplios usos medicinales”, sostuvo Juan Enrique Jurado, embajador de Bolivia en Ecuador. Morales en 2013 logró que la Convención única sobre estupefacientes de la ONU readmita a Bolivia como integrante; y con la reserva de que se respete el masticado de la hoja de coca en su territorio. En la actualidad la producción y comercialización de la hoja de coca es supervisada por el gobierno boliviano a través del Viceministerio de Coca, cuyos funcionarios conversan con los productores cuando sus plantaciones se extienden por fuera de los límites acordados. La producción está permitida en los territorios de Cochabamba y La Paz. Por su parte, en la Asamblea Nacional se debatió sobre el uso del cannabis para combatir los dolores producto de enfermedades crónicas. Al momento existe un proyecto de Ley que está orientado hacia la investigación y generación de productos del cannabis solo con fines terapéuticos y medicinales como se hace en Colombia, Chile, Irlanda, Holanda, entre otros. (I)